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La Fusariosis de la espiga de trigo (FET) es una enfermedad difundida en áreas productoras de trigo del mundo donde los estados de espigazón, floración e inicios de llenado del grano coinciden con períodos muy húmedos y templados cálidos. En Argentina durante los últimos 50 años, se desarrollaron 16 epidemias de distinto grado de severidad. En epidemias severas las pérdidas en rendimiento pueden llegar a un 50%, en epidemias moderadas pueden esperarse pérdidas entre 10% y 20%. La FET causa desde el aclaramiento hasta el secado de las espigas del trigo, alterándose parámetros de calidad de los granos. Además de las pérdidas cuantificables en el rinde del trigo, en los granos infectados se pueden formar micotoxinas que afectan la salud del hombre y animales. A pesar que el agente etiológico de la enfermedad es atribuido normalmente a una única especie, Fusarium graminearum, diferentes análisis filogenéticos han demostrado la existencia de un alto grado de diversidad, por lo menos 9 especies filogenéticamente distinguibles dentro de esta especie ya han sido descriptos. Con menor frecuencia otras especies de Fusarium se han encontrado asociadas, como ser F. poae, F. equiseti, F. semitectum, F. verticillioides, F. acuminatum. La fuerte dependencia de esta enfermedad a factores ambientales y su carácter esporádico han impulsado trabajos nacionales de desarrollo de modelos predictivos de la enfermedad con base metereológica, utilizando registros históricos de la enfermedad y de las condiciones ambientales. Las diferentes regiones trigueras de la Argentina han sido reagrupadas en 3 tipos de ambientes, de acuerdo a la potencialidad climática en relación a la incidencia de la FHB (riesgo suave, medio y severo).