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Las condiciones fisicoquímicas en los ambientes extremos generan ecosistemas con una diversidad microbiana menor que otros hábitats, pero sorprendentemente rica. Estos ambientes ofrecen una oportunidad notable para estudiar la biodiversidad, estructura y función de comunidades microbianas indígenas como así también para establecer relaciones entre los organismos y el medio ambiente. Estos organismos tienen, potencialmente, innumerables aplicaciones de interés; las relacionadas con la biotecnología son posibles a través del uso de cultivos y, especialmente, de enzimas u otras biomoléculas que pueden ser obtenidas a partir de ellos. En nuestro país, uno de los ambientes más interesantes es la zona geotermal de Caviahue-Copahue, que debe su actividad al volcán Copahue. Esta zona es atravesada por el Rio Agrio, con naciente cercana al cráter del volcán, y que presenta variaciones de pH y temperatura a lo largo de su recorrido que lo hace especialmente atractivo para establecer vinculaciones entre la diversidad microbiana y las condiciones de su desarrollo.