Adhesión de Giardia intestinalis a enterocitos: efectos sobre el citoesqueleto y la integridad celular.

HUMEN, M. A. Y PÉREZ, P. F.

Córdoba

Congreso; XI Congreso Argentino de Microbiología; 2007

<i>Giardia intestinalis</i> es un parásito protozario flagelado, cuya infección comienza con la ingestión de quistes. Luego de la desenquistación en el intestino delgado superior, la adhesión de los trofozoitos al epitelio intestinal representa el primer paso en la patogénesis de la enfermedad. El objetivo del presente trabajo fue ahondar en el estudio de la patogénesis de la giardiasis analizando la adhesión de distintas cepas de <i>G. intestinalis</i> sobre enterocitos humanos en cultivo y su efecto sobre el citoesqueleto y la integridad celular. Se infectaron células Caco-2 con tres dosis de trofozoitos de <i>G. intestinalis</i> de las cepas H7, WB clon C6 y 1267, y se contaron en hemocitómetro los trofozoitos adheridos. Se estudió el efecto de las distintas cepas de <i>Giardia</i> sobre el citoesqueleto de enterocitos incubados 2 y 24 hs, y el efecto sobre la integridad celular con ensayos de lactato deshidrogenasa, cuantificación de desprendimiento celular y de células necróticas. Se observó que la cantidad de trofozoitos adheridos varía con el inóculo inicial por fosa. El número de trofozoitos adheridos depende fuertemente de la cepa de <i>G. intestinalis</i>, siendo las cepas H7 y 1267 las que presentaron mayor y menor adhesión respectivamente. <i>Giardia intestinalis</i> presentó un efecto citopático dosis dependiente sobre los enterocitos. La desorganización del citoesqueleto  a las 24 hs. es dependiente de la cepa utilizada, siendo marcado para las cepas H7 y WB clon C6, pero  no apreciable  para la cepa 1267. Esto guarda relación con los resultados obtenidos en la adhesión del parásito. A  las 2 hs. de incubación no se observaron diferencias notorias en el citoesqueleto entre las células infectadas y los controles sin infectar para todas las cepas ensayadas. La actividad LDH y el desprendimiento celular, estudiados con la cepa más adherente (H7), no evidenciaron diferencias respecto de los controles, preservándose el 90 % de la integridad celular incluso en las mayores dosis y  tiempos de incubación. Tampoco hubo diferencias en el número de células necróticas para la cepa 1267 en todas las dosis ensayadas. Solo con la cepa C6 y en menor medida la H7, ambas en la mayor  dosis, se apreció un mayor número de células necróticas.             Siendo que la patogénesis de la giardiasis comienza con la adhesión del parásito al epitelio, resulta interesante conocer que esta adhesión es dosis y sobre todo cepa dependiente. Por otro lado, si bien las cepas más adherentes a altas dosis son las que presentan efecto citopático sobre el citoesqueleto de  enterocitos, este efecto no se traduce en un daño celular tan importante como para ser  evidenciado con la actividad LDH o el desprendimiento celular. Esto pone de manifiesto que existe un delgado equilibrio entre adhesión, desorganización celular y mantenimiento de la integridad, parámetros de suma importancia para la iniciación y el mantenimiento de la infección.