CIDCA   05380
CENTRO DE INVESTIGACION Y DESARROLLO EN CRIOTECNOLOGIA DE ALIMENTOS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Análisis de metabolitos, matrices biológicas y circunstancias perimortales en la interpretación criminal de consumos masivos de clorhidrato de cocaína.
Autor/es:
FERRARI, L., GIANNUZZI, L. Y FERRANTI, A.
Lugar:
Cochabamba
Reunión:
Congreso; VII Congreso Regional Latinoamericano de Toxicología Forense; 2011
Institución organizadora:
VII Congreso Regional Latinoamericano de Toxicología Forense
Resumen:
Introducción: En la práctica diaria de los laboratorios de Toxicología clínica y forense, es habitual analizar matrices biológicas en episodios de “muerte por sobredosis” con drogas de abuso, especialmente cocaína (C). Sin embargo, el análisis forense e interpretación de los hallazgos por consumos masivos de cocaína en casos sospechados de homicidio, no son frecuentes. La interpretación de los datos emanados del análisis cuantitativo, detección de metabolitos, tipo de matriz y circunstancia del óbito, revisten suma importancia dentro del análisis criminalístico del evento. Isenschmid et al (1992) y Cone (1995) (1-2), han encontrado niveles muy bajos ( BZ, indica consumos recientes. En el presente trabajo consideramos dos casos, denominados A y B, de individuos víctimas de homicidio, en los que se confirmaron simultáneamente niveles elevados de C y/o estructuras relacionadas en matrices biológicas como contenido estomacal. Se discuten los hallazgos y su interpretación en el contexto del delito, con el auxilio multidisciplinar de otras ciencias forenses. Materiales y Métodos: En ambos casos, A y B, se estudiaron sangre y contenido estomacal (CE). En el caso A, adicionalmente orina e hisopado nasal (HN). La orina de A, fue analizada en una primera etapa mediante Inmunensayo de flujo lateral en soporte de tiras reactivas con valores de cut off de 300 ng/ml para C y 50 ng/ml para THC. Las sangres y contenidos estomacales de A y B, aislados mediante SPE, con columnas ChemElux hidromatrix, previo acondicionamiento de las muestras. Idéntico procesamiento se utilizó para el hisopado A. Todas las muestras aisladas, fueron analizadas mediante GC/MS; columna capilar HP5MS 30 m x 0.25 mm, Programa de temp. Ti 200°C, grad 25°C/min, hasta Tf300°C. Fase móvil, He 10.5 mL/min, estándares internos deuterados: C-d3; BZ-d3 y testigos certificados de EME. Bibliotecas Wiley; Pfleger Maurer Weber. Resultados y discusión: A y B murieron en forma violenta según informe de autopsia (disparo A y asfixia B). El caso A: Cafeína en todas las matrices biológicas; Orina: C>Bz CE: C; sangre: C (vestigio); HN: C. Caso B: Sangre: C, lidocaína. CE: C>4,000 ng/ml; EME, cinammoylcocaina, vestigios. En cuanto a la interpretación de los guarismos en sangre es complejo y sujeto a variaciones interindividuales. Algunos autores, establecen intervalos de BZ en sangre de 40-88 ng/ml para dosis bajas y únicas (Cone, 1995) (2) o bien 200-400 ng/mL para dosis más alta (Inseschmid, 1992) (2). Drummer (1) considera que la cocaína aspirada es casi completamente absorbida y disponible en el organismo. Pero el pico máximo puede aparecer demorado respecto de otras forma de consumo o ingreso. Considera que 30 minutos luego de la incorporación de bajas dosis y 90 minutos a altas dosis. Fineschi et al, (3) analizaron, 90 minutos luego de la muerte, un caso de un jóven que tragó cocaína, y en el que se halló mayor concentración de cocaína en sangre y orina respecto de la BZ. Sin embargo su utilidad en toxicología post mortem es discutible debido a que la cocaína es una sustancia muy inestable que se hidroliza rápidamente en sus metabolitos EME y BZ. Teniendo en cuenta que las muestras biológicas disponibles en toxicología post mortem usualmente se colectan bastante tiempo después de la última ingestión de la droga, será más valioso el análisis de sus metabolitos que son más estables que la sustancia original (4). El análisis cromatográfico detecta cafeína en orina, sangre y contenido estomacal, por lo que se infiere que A consumió café antes de la muerte (vida media en sangre: 2.3 a 4.5 horas, promedio 3 horas. AHFS consigna que la absorción de la cafeína es más rápida que por vía intramuscular y alcanza un pico en plasma a los 50-75 min. Al arrojar resultado positivo en estómago, se deduce que A estaba aún en fase de absorción, lo que implica un corto tiempo desde la ingesta hasta la muerte. Se confrontó con las Tablas de Taylor post mortal respecto de la digestión de alimentos. Por ejemplo para la leche (tiene proteínas y grasas) es de dos horas. En nuestra opinión es lógico pensar que esta ingestión ha sido antes de la hora y media de la muerte. Las dosis tóxicas han sido estimadas (5) alrededor de 1,2 gramos aunque advierte que individuos susceptibles han sucumbido con 30 mg (40 veces menos) Si tenemos en cuenta el tiempo transcurrido desde la toma de muestra hasta el análisis y los estudios respecto de pérdidas es evidente que las dosis han sido probablemente medias o altas y en tiempo no más allá de las dos horas y probablemente menos. Baselt (6) considera que la aspiración de 106 mg dió pico de 0,2 de COC a los 30 min y BZ 0,6 a las 3 horas. En caso A, COC> BZ indica consumo reciente. C en orina indica, consumo al menos 12 hs antes. La cafeína en CE, ayuda a fijar tiempos tentativos, ya que su permanencia no va más allá de la hora.HN con C, indica incorporación en minutos en ausencia de BZ. De manera similar para el caso B, con cafeína positiva y valores cuantiosos en estómago. Como conclusión, dada la confirmación tanatológica y anatómo patológica de óbito por causas violentas en los casos A y B, las víctimas podrían presentar un cuadro de evidencias forense falsamente atribuibles a una sobredosis de C, enmascarando así un homicidio por armas y asfixia.