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La protección anticorrosiva se logra mediante la combinación del llamado efecto barrera y del efecto inhibidor, generalmente proporcionado por el pigmento anticorrosivo. A partir de los años 60 los aceites y las resinas alquídicas fueron cediendo espacio a ligantes más resistentes como los vinílicos y epoxídicos. Más tardíamente las regulaciones ambientales impulsaron la eliminación de los solventes orgánicos de las formulaciones. Algo similar ocurrió con los pigmentos anticorrosivos. Los cromatos y el minio de plomo fueron reemplazados, principalmente en los países más desarrollados, por otros de menor impacto ambiental. Entre los reemplazantes más conocidos merecen mencionarse los fosfatos (ortofosfatos, polifosfatos y pirofosfatos), siendo el precursor el fosfato de cinc. Además de los fosfatos inorgánicos se ha propuesto una larga lista de reemplazantes tales como las sílices intercambiadas, los pigmentos metálicos, los taninos y tanatos, etc. El desarrollo de las nanotecnologías y el auge de las pinturas inteligentes trajeron nuevos desafíos en materia de pinturas anticorrosivas. El empleo de polímeros hiperramificados permitirá obtener películas más impermeables y una mejor interacción pigmento-ligante. Actualmente se ttrabaja sobre la modificación y funcionalización de materiales silíceos a fin de obtener mejores pigmentos anticorrosivos. El empleo de polímeros conductores ha alcanzado una gran difusión debido a su comportamiento inteligente. Se los emplea de diferentes maneras, incluyendo los depósitos de PANI sobre nanopartículas de látex. La evaluación de las pinturas anticorrosivas involucra dos grandes aspectos. Por un lado se evalúan las propiedades anticorrosivas de los pigmentos a partir de suspensiones y/o extractos de los mismos, empleando técnicas de análisis de superficie, electroquímicas, espectroscópicas, etc. Las propiedades de la pintura terminada se estudian por medio de ensayos acelerados en cámaras (prohesión, niebla salina, etc.), ensayos de larga duración a la intemperie y ensayos electroquímicos. Entre los ensayos electroquímicos de última generación resulta promisorio la técnica de medición de ruido electroquímico.