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Existe mundialmente una diversidad muy grande de equipamientos de uso sanitario, desde los clásicos artefactos de cerámica tradicional con instalaciones empotradas hasta baños químicos de uso efímero. Además de cumplir con su función, el núcleo sanitario debe ser eficiente en el uso del agua, un recurso escaso en barrios informales sin la infraestructura necesaria.En Argentina, el consumo doméstico de agua es en promedio de 318 litros por habitante por día. Esto significa un 83% más que la media latinoamericana y 6,3 veces más que los estándares de la OMS (100 l/hab/día). El problema se plantea como multidimensional desde una mirada sustentable: existe un problema puramente técnico de resolver en la necesidad sanitaria básica, pero también tiene una dimensión social, ambiental (uso del agua, reciclador de agua gris) y económica (costo accesible). En respuesta a esta problemática el CEVE desarrolló un Mueble Sanitario Integral (MASI) que resolvía la higiene básica (inodoro, lavamanos y ducha) en un solo artefacto. Ese mueble reciclaba sólo el agua del lavamanos y por tanto continuaba utilizando agua de red para la limpieza del inodoro. En 2019 se plantea un nuevo proyecto. La relación consumo de limpieza de inodoro y lavamanos en litros es de 6 a 0,2. Otro problema fue que una única fábrica hacía la carcasa y dejó de proveerla luego de perder los moldes tras un incendio.El desarrollo tecnológico Mueble Artefacto Sanitario Reciclador de Agua (MASRA) es una de las muchas alternativas que intentan, desde un enfoque de la tecnología social, la búsqueda de soluciones técnicas que ayuden a disminuir estas problemáticas. Para optimizar el mueble, se propone reciclar complementariamente el agua de ducha y, desde lo material, independizarse de la tecnología del plástico virgen termoformado y reemplazarla por maderas de plástico reciclado y cerramientos simples.Las innovaciones del MASRA son varias: por un lado, mediante un sistema sencillo se recicla el agua gris de la ducha y del lavabo para cubrir la demanda de limpieza del inodoro en un 99%, es decir más del 40% del agua limpia que se utiliza a diario con los sistemas tradicionales. A su vez, puede ser fabricado y distribuido en kits que pueden ser ensamblados y puestos en marcha por autoconstrucción por parte de los mismos usuarios, logrando un artefacto sanitario que puede ser conectado y desconectado de manera muy sencilla, facilitando su limpieza y mantenimiento. Todas sus piezas se pueden conseguir en el mercado, son de muy bajo costo y fáciles de reemplazar. No requiere mano de obra especializada. La innovación en este aspecto es diseñar y construir un mueble sanitario utilizando piezas que normalmente se utilizan para fines específicos y en el artefacto propuesto cumplen otra función. Los prototipos funcionales instalados tienen la opción de bombear el agua gris de la ducha de modo mecánico con un pedal o bien eléctricamente con una pequeña y económica bomba de lavarropas. Se desarrolló una madera plástica en forma de tabla compuesta de plásticos reciclados que reutiliza PET triturado y pellets de silobolsa proveniente de descarte agrícola, como estructura en el tanque de reserva bajo la ducha y la estructura del mueble central. Se destaca que, mecanismos sencillos diseñados por este equipo, evitan el contacto de las manos con superficies propiciando la higiene personal y la disminución en la transmisión de enfermedades.El impacto en el sector socio productivo es de carácter multisectorial. Principalmente se trata de una solución al problema sanitario de miles de familias, tanto en Argentina, como en el contexto latinoamericano. Es factible de reproducir en micro o mediana escala, apelando a la generación de mano de obra genuina a través de cooperativas o pequeñas y medianas empresas. En este aspecto, tanto el armado del mueble general, como sus subsistemas, no requieren fuerza ni grandes maquinarias, lo cual apela a la inclusión de mano de obra diversa. Dos de los tres prototipos son fáciles de armar y transportar. Por otro lado, al utilizar materiales reciclados y tecnologías de bajo impacto, el desarrollo tecnológico5colabora con el cuidado del medioambiente. En esta línea, el reciclado de agua gris permite un ahorro significativo del consumo de agua y permite a las familias reciclar agua sin la necesidad de tener una red de agua distinta a cualquier baño común del País. Se construyeron 3 prototipos funcionales, que han sido evaluados en diferentes etapas del proyecto por usuarios para incorporar mejoras. El prototipo 3 ha tenido una buena aceptación por parte de una familia cercana al centro de investigación y actualmente se encuentra en uso.