CEVE   05368
CENTRO EXPERIMENTAL DE LA VIVIENDA ECONOMICA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Co-construcción Inter-actoral del Conocimiento en el marco del Desarrollo Local a partir de Tecnología Social
Autor/es:
PEYLOUBET, PAULA; CEJAS, NOELIA; DI BERNARDO, ALVARO; FENOGLIO, VALERIA; BARRIONUEVO, LAURA; VALLADARES, GABRIELA; MARTINA, EMILIANA
Lugar:
San Juan
Reunión:
Jornada; IV Jornadas Latinoamericanas Diseño para el desarrollo local; 2012
Institución organizadora:
FAUD-UNSJ
Resumen:
Se parte del reconocimiento de que las tecnologías desempeñan un papel central en la sociedad, condicionando posiciones y conductas de los actores; estableciendo estructuras de distribución social, costos de producción, acceso a bienes y servicios; pudiendo generan, además, problemas sociales y ambientales, asimismo facilitando o dificultando su resolución (Thomas, 2011b). Comprender este tipo de fenómeno implica reconocer que no se trata sólo del impacto que producen las tecnologías en la sociedad, ni tampoco de una mera causalidad social en el desarrollo de tecnologías, sino de una correlación entre ambas. Pensar a la tecnología y a la sociedad en una correlación no determinista permite visualizar la complejidad con que deben ser abordados este tipo de procesos. Este posicionamiento teórico surge de la perspectiva que propone el enfoque de Social Construction of Technology (SCOT). Esta perspectiva teórica considera que el cambio tecnológico no tiene como motor una lógica exclusivamente técnica ?como sostienen los abordajes deterministas tecnológicos?, la cual conlleva una trayectoria natural de superación de modelos, sino que es producto del interjuego de los diversos grupos sociales que le atribuyen distintos significados al artefacto tecnológico. Se introduce la metáfora del tejido sin costuras (seamless web), por la cual se considera que el desarrollo tecnológico no debe ser explicado como un desarrollo lineal de conocimiento técnico, influenciado por factores sociales, sino que constituye un entramado complejo en el que se integran hechos heterogéneos (artefactos, instituciones, reglas, conocimientos, etc) y actores diversos (ingenieros, empresarios, agentes políticos, usuarios, etc), de forma no lineal (Thomas, 2011a). De la perspectiva SCOT, interesa especialmente su capacidad de visibilizar la intrínseca relación entro lo social y lo técnico. Sin embargo, en el marco de un proceso de transformación social (la esencia de la tecnología social) abordar esta realidad desde una perspectiva analítico-descriptiva es insuficiente si lo que se pretende es aportar a esa transformación; una descripción analítica sólo puede ser desarrollada ex-post mientras que lo esencial es el proceso, lo ex-ante. De manera subyacente, lo que también está en juego es el rol de los actores científico-tecnológicos y su capacidad de comprometerse empíricamente en procesos de transformación social. En tal caso se pretende aportar a la operacionalización de un proceso de este tipo que, al reconocer la importancia de los actores sociales relevantes en el funcionamiento de la tecnología, los incorpora desde su génesis. En este sentido, se recuperan los aportes de Boaventura de Sousa Santos (2009), quien desde la Sociología de las Ausencias y la Sociología de las Emergencias, propone rescatar los saberes que surgen de las experiencias sociales, en un intento por desmontar la dicotomía existente entre conocimiento experto o científico y conocimiento local o popular, dando lugar a constelaciones de saberes donde se combinan de manera transdisciplinaria y transectorial. En una recuperación de estas vertientes, el concepto de Tecnología Social pretende articular una perspectiva no determinista tecnológica, reconociendo el rol decisivo de los actores intervinientes en lo referido a la construcción técnica sobre la base de dinámicas de producción colectiva de conocimiento, por medio de estrategias que permitan contrarrestar las relaciones de dominación históricamente instituidas aportando a una construcción política instituyente. Podemos decir que la tecnología social tiene una triple dimensionalidad: una construcción técnica, una construcción política que además se sustenta en un proceso participativo.