CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Las planicies de marea de Puerto Rosales en el estuario de Bahía Blanca están tapizadas por matas microbianas, que además de otorgarle mayor cohesividad al sedimento impulsan la precipitación de minerales por cambios en la geoquímica del microambiente. La observación de las muestras con el microscopio electrónico (SEM) permitió reconocer la presencia de cristales euhedrales dentro de la microfabrica construida por cianobacterias y diatomeas. Mediante microanálisis EDX se obtuvieron resultados semicuantitativos de los cristales observados, identificando la composición elemental en el espectro resultante. Se determinó que todos eran aluminosilicatos hidratados con elementos como Ca, Na, Mg, y K. En base a la concentración relativa de los elementos presentes, considerando que la altura de los picos en el espectro es proporcional a su concentración (1), la morfología del cristal y la fórmula química, fue posible distinguir diversas ceolitas: analcima, clinoptilolita, mordenita, filipsita y chabacita. Estas fases, comunes en los ambientes sedimentarios, se forman a temperaturas de hasta 40ºC, generalmente por reacción del vidrio volcánico y/o minerales arcillosos con fluidos porales salinos alcalinos (2). Las planicies de marea estudiadas contienen sedimentos de origen volcanoclástico provenientes de los Andes, con abundante vidrio volcánico en la fracción mediana y fina (3). Por consiguiente, este material, junto con los minerales arcillosos, podría ser el precursor de las ceolitas encontradas. La precipitación temprana de los minerales hallados en un ambiente silicoclástico como el estudiado, favorecería la preservación de las estructuras sedimentarias en planicies de marea. El reconocimiento de las mismas estructuras en las rocas permite inferir las características paleoambientales de su formación.