ACUMULACIONES GASÍFERAS ASOCIADAS A ESTRUCTURAS DE PALEOCANALES EN EL SUBFONDO DEL ESTUARIO DE BAHIA BLANCA

DARÍO GIAGANTE; SALVADOR ALIOTTA; SILVIA SUSANA GINSBERG

Puerto Madryn

Jornada; VI Jornadas Nacionales de Ciencias del Mar y XIV Coloquio de Oceanografía; 2006

Cenpat, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Universidad Tecnologica Nacional Unidad Academica Chubut

La configuración actual de la región costera del suroeste de la provincia de Buenos Aires es el resultado de las fluctuaciones del nivel del mar ocurridas durante el Cuaternario. En la costa norte del estuario de Bahía Blanca se desarrolla una red de drenaje representada por escasos afluentes con caudales relativamente pequeños. El principal de estos cursos fluviales es el arroyo Napostá, el cual ha sido particularmente afectado por el proceso transgresivo-regresivo holoceno. Investigaciones recientes tendientes a interpretar los procesos evolutivos que afectaron a la región, han puesto en evidencia la presencia de paleocanales en el subsuelo marino. Estos se identificaron mediante el análisis sismoestratigráfico de datos obtenidos en los canales Principal y Vieja, utilizando un perfilador sísmico de alta resolución (3,5 Khz). Importantes acumulaciones gasíferas se relacionan con los rellenos de los paleocauces. Los sedimentos cargados con gas se concentran cerca del fondo marino (shallow gas) y su señal reflectiva anómala permite diferenciarlos de aquellos materiales no gasíferos. El gas produce una turbidez acústica que impide la visualización de reflectores, ocultando las estructuras presentes. La magnitud de los depósitos gasíferos en los perfiles sísmicos es variable. Estos oscilan entre 120-150 m, donde se diferencia la típica configuración en “v” de los paleocanales, y acumulaciones de más de 400 m de extensión, en cuyo caso el apantallamiento acústico del subsuelo es total. Los cauces fluviales, pertenecientes a la antigua cuenca hídrica del arroyo Napostá, aportaron sedimentos y materia orgánica al sistema fluvio-estuarino instalado en la región. Con el avance de la sedimentación marina, producto de la transgresión holocena, los canales fueron sepultados y la materia orgánica experimentó condiciones anóxicas. La posterior degradación bacteriana generó el hidrocarburo gaseoso (principalmente metano). La migración del gas en el subfondo es evidente por las extensas acumulaciones halladas en diversos sectores, y responde a la permeabilidad y variaciones litológicas de los materiales que lo contienen. Se concluye que la distribución de los depósitos gasíferos se vincula geológicamente a la antigua red de drenaje, previa al proceso transgresivo-regresivo marino holoceno.