IMEX   05356
INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Anticoagulantes anti-vitamina K: warfarina y acenocumarol
Autor/es:
MESCHENGIESER SS; SÁNCHEZ LUCEROS A
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Otro; Guía de Tratamiento Antitrombótico en Fibrilación Auricular; 2013
Institución organizadora:
Grupo Cooperativo Argentino de Hemostasia y Trombosis
Resumen:
Los anticoagulantes orales son antagonistas de la vitamina K y actúan interfiriendo en la interconversión cíclica de la vitamina K y su 2,3 epóxido. Producen la disminución de la concentración de las formas biológicamente activas de los factores vitamina K dependientes y de esta manera dificultan la formación y el crecimiento de los trombos. En el mercado existen dos anticoagulantes orales: el acenocumarol, de vida media más corta (10 horas) y la warfarina, de vida media más prolongada (36-40 horas). Si bien su eficacia es similar, es importante tener en cuenta qué anticoagulante recibe el paciente para el ajuste de la dosis. Ambas drogas no son intercambiables entre sí y en general se sabe que el acenocumarol es más potente que la warfarina. No hay una fórmula precisa para pasar de uno a otro, pero se toma como base que la dosis de warfarina sería el doble de la de acenocumarol, calculando la equivalencia en base a los miligramos totales por semana indicados en un paciente en particular. El control de la anticoagulación oral se basa en dos pruebas de coagulación, el tiempo de protrombina (TP), que es esencial, y el tiempo de tromboplastina parcial activado (TTPA) que no es indispensable pero resulta muy útil, especialmente en los pacientes que reciben acenocumarol. Muchas veces el tiempo de protrombina da un valor (RIN) subterapéutico, lo que obligaría a aumentar la dosis del anticoagulante, pero si este valor resulta de un olvido del paciente en la toma del medicamento en los últimos 2 o 3 días, el aumento de la dosis puede resultar perjudicial. Una manera de detectar que el paciente olvidó tomar el anticoagulante es comprobar que el TTPA permanece prolongado, en el mismo nivel que cuando el paciente está en rango terapéutico, y el TP/RIN discordante resulta del aumento del factor VII que por su corta vida media sube rápidamente ante la suspensión del anticoagulante. Si la población de pacientes que se controla recibe exclusivamente warfarina, no tendría sentido incluir el TTPA en el control de rutina de los pacientes.