Mecanismos de las alteraciones de la hemostasia. Rol del factor von Willebrand y ADAMTS13

SÁNCHEZ LUCEROS A

Hematologia

Sociedad Argentina de Hematologia

Lugar: Buenos Aires; Año: 2016 vol. 20 p. 122 - 127

Desde que Gibbon usó por primera vez en 1953la derivación (by pass) cardiopulmonar (CPB) de manera exitosa para corregir un defecto auricularen una joven de 18 años, las aplicaciones del soporte circulatorio vital extracorpóreo (siglas en inglés ECLS: extracorporeal life support o también conocido como ECMO, extracorporeal membrane oxigenation) han logrado significativos avances.Los primeros dispositivos para CPB causaban una respuesta inflamatoria aguda, con extensas complicaciones de coagulación, sangrado y disfunción de órganos, que impedía que estos dispositivos fueran aplicables para soporte circulatorio a largo plazo. A pesar de que en los últimos 50 años se han mejorado materiales, circuitos y técnicas de ECLS, aún no se ha logrado controlar la interacción entre sangre y biomateriales, generando los mismos desafíos que en los equipos iniciales.Los mecanismos básicos de activación de proteínas y células durante las diferentes aplicaciones de la perfusión extracorpórea son idénticos, pero la intensidad de las reacciones puede variar, dependiendo de la duración de los estímulos, el tipo de anticoagulantes utilizados, la variabilidad del paciente, y el tipo de circuito artificial. El ECLS difiere significativamente de la cirugía a corazón abierto y de los dispositivosde asistencia ventricular, principalmente debido a la duración del soporte extracorpóreo y a la cantidad de sangre expuesta a superficies no endoteliales por unidad de tiempO.Cuando la sangre se expone a las superficies no biológicas de un circuito extracorpóreo, se inicia una respuesta compleja que implica a la coagulación y mecanismos inflamatorios. Esta respuesta conduce a fuga capilar que puede causar disfunción temporal de órganos. De hecho, la respuesta a la circulación extracorpórea es muy similar, desde el puntode vista de laboratorio y clínico, a la que se observa en el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) y el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).Según el último reporte internacional del Registro ELSO (Extracorporeal Life Support Organization), con más de 78000 pacientes incluidos, la sobrevida alcanzada es del 70%(18). Estos resultados promisorios no están libres de eventos adversos mayores. Entre los muchos desafíos para mejorar los sistemas de soporte circulatorio, uno de los principales serádiseñar superficies no biológicas suficientemente inertes que disminuyan la frecuencia de complicaciones.