IBYME   02675
INSTITUTO DE BIOLOGIA Y MEDICINA EXPERIMENTAL
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Regulación autocrina y paracrina del ovario
Autor/es:
TESONE M; ABRAMOVICH D; PARBORELL F
Libro:
Función Reproductiva Femenina: Bases fisiológicas, fisiopatología y su diagnóstico
Editorial:
Montpellier
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2007; p. 19 - 34
Resumen:
El reclutamiento cíclico y selección de los folículos representa un proceso continuo, que eventualmente llega a la formación de uno o más folículos preovulatorios, cuyo número varía en cada especie. En los primeros días del ciclo menstrual en la mujer, aumentan los niveles circulantes de FSH, como consecuencia, una cohorte de folículos antrales escapa de la apoptosis que los llevaría a la atresia folicular. Dentro de este grupo, alrededor de 10 folículos antrales crecen más rápido y producen altos niveles de estrógenos e inhibina, seleccionándose entre éstos el folículo dominante. A pesar de que no se conoce exactamente por qué un folículo emerge como dominante, se postula que éste posee una mayor sensibilidad a FSH, debido a una mayor expresión de receptores de FSH y/o LH. Asociado a este proceso, el estradiol y los factores de crecimiento locales ejercen un efecto permisivo, amplificando la acción de la FSH en los folículos que están madurando. Sin embargo, el aumento de estradiol e inhibina, también ejerce una retroalimentación negativa sobre la liberación de FSH a nivel hipotálamo-hipófisis, lo cual evita que otros folículos sigan desarrollándose. Además, la disminución de FSH provocaría un descenso de la actividad de la aromatasa dependiente de FSH lo que limita, como consecuencia, la disponibilidad de estrógenos en los folículos menos maduros. Esto llevaría a la disminución de la proliferación de las células de granulosa y al aumento de andrógenos, provocando una atresia irreversible. El folículo dominante debe retener una sensibilidad única a la FSH y de esa manera aumentar la proliferación de sus células de granulosa, logrando así tener una mayor cantidad de receptores para esta gonadotrofina. Los folículos seleccionados tendrán de esta manera un aumento de estrógenos mucho mayor que los folículos restantes. Además, estos folículos seleccionados tendrán una mayor cantidad de células de granulosa y una mayor vasculatura tecal, permitiendo una entrada preferencial de FSH. Por lo tanto, los folículos dominantes no sólo tienen la ventaja de tener mayor número de receptores para FSH  sino que además poseen una gran vasculatura que permite un fácil acceso para esta hormona. En la rata, bajo el estímulo de FSH y en presencia de estrógenos, las células expresan receptores para LH y prolactina, los cuales van aumentando hasta llegar a valores máximos antes de la ovulación. El aumento de estrógenos provoca, por un mecanismo de retroalimentación positiva, la estimulación del pico preovulatorio de LH. Estos procesos, actuando en forma sincronizada, permitirían la selección de los folículos dominantes hasta llegar a la ovulación. Por otro lado, se ha postulado, que el folículo dominante produce factores atretogénicos que inhiben el desarrollo de los folículos vecinos o subordinados.