IBYME   02675
INSTITUTO DE BIOLOGIA Y MEDICINA EXPERIMENTAL
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Implicancias fisiológicas y patológicas de la angiogénesis ovárica
Autor/es:
PARBORELL FERNANDA; ABRAMOVICH DAHIA; TESONE MARTA
Revista:
Revista SAEGRE (Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva
Referencias:
Año: 2007 vol. 14 p. 6 - 13
Resumen:
Los procesos mediante los cuales se forman los vasos sanguíneos pueden dividirse en dos: vasculogénesis y angiogénesis. La vasculogénesis ocurre durante el desarrollo embrionario y consiste en la diferenciación de células precursoras en células endoteliales. La angiogénesis consiste en la proliferación de estas células endoteliales jóvenes mediante al menos tres procesos: (1) ruptura de la membrana basal de los vasos sanguíneos preexistentes; (2) migración de las células endoteliales en respuesta a estímulos angiogénicos; (3) proliferación de las células endoteliales para estabilizar a los nuevos brotes vasculares. La formación de capilares a partir de redes vasculares preexistentes esta regulada por una variedad de factores que han sido identificados en los últimos 40 años. La mayor parte de ellos son factores de crecimiento no específicos para las células endoteliales, como por ejemplo, el factor de crecimiento fibroblástico básico (FGFb). El primer factor en ser caracterizado en base a su capacidad para promover la proliferación de las células endoteliales, así como para aumentar la permeabilidad vascular fue el factor de crecimiento de endotelio vascular (VEGF). Pero existen otros factores proangiogénicos y una gran variedad de citoquinas que están activamente involucradas en este proceso [1]. En el adulto, la angiogénesis es infrecuente en condiciones fisiológicas y el endotelio de la mayoría de los tejidos es una población estable y de baja tasa mitótica [2]. Se observa angiogénesis principalmente en procesos de reparación de tejidos, como cicatrización de heridas y fracturas. Diversas patologías se asocian tanto a una excesiva tasa mitogénica de las células endoteliales (crecimiento tumoral, retinopatías, hemangiomas, artritis reumatoidea, fibrosis, etc.) [2,3], como a una disminución en la angiogénesis normal (retraso en cicatrización de heridas, úlceras varicosas crónicas, falta de cicatrización de fracturas) [3]. Los tejidos del sistema reproductor femenino adulto, incluyendo ovario, útero y placenta, presentan una alta tasa mitogénica sólo comparable al crecimiento tumoral [4]. Sin embargo, a diferencia de los procesos tumorales, el crecimiento de estos tejidos ocurre en forma limitada y altamente ordenada. Esta alta tasa de crecimiento es sostenida por el rápido desarrollo de una red vascular de modo que los tejidos con mayor grado de desarrollo se caracterizan por estar altamente irrigados [4]. Debido a que el ovario es uno de los pocos órganos del adulto que presenta un alto grado de angiogénesis a intervalos regulares, se ha propuesto a dicho órgano como modelo para el estudio no sólo de la función reproductiva sino también de la angiogénesis en general.