CEFYBO   02669
CENTRO DE ESTUDIOS FARMACOLOGICOS Y BOTANICOS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTUDIO DE LA TEMPERATURA DEL AIRE EN EL NOROESTE DE PATAGONIA DURANTE LOS ULTIMOS TREINTA AÑOS
Autor/es:
SCARPATI, OLGA EUGENIA 1(*); PUGA, YAMILE 2; SALAVERRY, EDGARDO
Lugar:
Montevideo
Reunión:
Congreso; 12° Encuentro de Geógrafos de América Latina. EGAL 2009; 2009
Institución organizadora:
Universidad de la República
Resumen:
Este trabajo se encuentra encuadrado en el proyecto “Actualización del conocimiento geográfico para el desarrollo económico social del Noroeste de Patagonia” de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. El objetivo de este trabajo es analizar el comportamiento de la temperatura del aire en el noroeste patagónico, a lo largo de los últimos treinta años. La región elegida se ubica en la Patagonia argentina y representa una de las más activas en lo que hace al desarrollo de la fruticultura de pomoideas y nectarinas. Se analizan con métodos estadísticos, las temperaturas máximas y mínimas diarias de las localidades: Neuquén, San Carlos de Bariloche, Maquinchao y Esquel, siendo los datos suministrados por el Servicio Meteorológico Nacional (S.M.N.) para el período comprendido entre 1977-2006. Las localidades Esquel, Bariloche, Maquinchao y Neuquén están ubicadas en el Noroeste patagónico próximas a la cadena andina pero con diferente grado de influencia oceánica pacífica. Mientras las dos primeras ciudades se localizan sobre una angosta franja al pie de la cordillera, las otras dos se ubican dentro de lo que se denomina meseta patagónica. Cabe destacar que entre Esquel y Neuquén existe una extensión de tres grados latitudinales. Las dos localidades meridionales son Bariloche y Esquel, las cuales se hallan ubicadas dentro de la misma faja longitudinal (71º W); una distancia latitudinal entre ambas de 1º 48’ S y 51 m.s.n.m. de diferencia a favor de San Carlos de Bariloche. Los autores consideran que los estudios mesoclimáticos son de suma importancia, dado es necesario discernir cuando una anomalía en uno de los componentes del sistema climático es lo suficientemente importante como para alterar el equilibrio global del mismo. Se estudiaron y calcularon las temperaturas medias, máximas y mínimas, y con métodos estadísticos se obtuvieron las tendencias y el cálculo de la regresión. Se procedió al análisis de los valores de temperatura del mes más cálido (enero) y del mes más frío (julio) para cada una de las estaciones meteorológicas estudiadas, llegándose a los siguientes resultados: Dentro del periodo analizado, los valores de julio para Esquel fluctúan entre 0º y -5º C y los de enero fluctúan en la faja limitadas por las temperaturas de 20º y 25º C.  Para la ciudad de San Carlos de Bariloche los valores en julio muestran una oscilación entre 0º y -2º C, (solo en 1989 los valores descienden a los -6º C). Las temperaturas de enero presentan valores promedios cercanos a los 25º C y en años excepcionales estos sobrepasan dicho valor. En Neuquén los valores de julio de las temperaturas son más elevados que para las estaciones citadas anteriormente, acompañando el lineal desarrollo de los 0º C para todo el período, con fluctuaciones en pocas décimas de grado por encima y debajo de este valor. Mientras que en enero oscilan entre los 30º y 35º C, mostrando un desarrollo uniforme a lo largo de los tres decenios que pone de manifiesto una diferencia de 10º C para estos promedios con respecto a las ciudades de Esquel y Bariloche. Maquinchao, situada sobre la misma faja longitudinal que Neuquén, desarrolla la fluctuación de sus valores de julio sobre la faja de los -5º C y en enero la temperatura varía entre los 25º y 29º C, mostrando una fuerte influencia de la altura sobre la que se encuentra ubicada. Se puede concluir que al estudiar las temperaturas medias del mes más frío y del mes más cálido, salvo algunas oscilaciones anuales, la tendencia a lo largo del período mantuvo su despliegue uniforme. Así, la observación de las marchas térmicas a lo largo de treinta años mostró una secuencia uniforme sin fluctuaciones relevantes, manteniendo su despliegue dentro de valores cercanos a la media.