CEFYBO   02669
CENTRO DE ESTUDIOS FARMACOLOGICOS Y BOTANICOS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Palos, yuyos, pencas, bejucos y pastos: Nombres de las plantas y su clasificación etnotaxonómica por criollos del Chaco Noroccidental de Argentina
Autor/es:
SCARPA, G.F.
Lugar:
La Paz
Reunión:
Congreso; II Congreso boliviano de Botánica y III Congreso Latinoamericano de Etnobiología; 2012
Institución organizadora:
Herbario Nacional de Bolivia & Universidad Mayor de San Andrés
Resumen:
La fitonimia revela mucho acerca de la forma en que la gente conceptualiza a las plantas que la rodea y constituye el signo externo más accesible de la forma en que las clasifican. Los objetivos de este trabajo son inventariar las denominaciones vernáculas de las plantas por los criollos del Chaco Noroccidental argentino; identificar patrones nomenclaturales de su fitonimia y presentar un modelo de su sistema etnotaxonómico. Los datos fueron recopilados durante ocho campañas realizadas entre 1996 y 2005 en localidades del oeste de Formosa y noreste de Salta, donde se entrevistaron 93 personas (52 hombres, 41 mujeres) con quienes se coleccionaron los ejemplares de herbario correspondientes. Se recopilaron 525 denominaciones vernáculas sobre 370 taxa botánicos. Un 65 % de ellos son nombres en castellano; 25 % son de procedencia quechua-aymara y el resto de otras lenguas indígenas  precolombinas de Argentina. Según la fitonimia registrada los criollos clasifican a las plantas en silvestres  y cultivadas. Las primeras se clasifican en las formas de vida “palos” (árboles, arbustos y subarbustos), “yuyos” o “yerbas” (hierbas), “pencas” (cactáceas y suculentas), “bejucos” (enredaderas y lianas) y “pastos” ; mientras que entre las cultivadas diferencian entre las peridomésticas de las que crecen en parecelas agrícolas. Cada una de estas categorías agrupan nombres genéricos que, a su vez, pueden incluir nombres específicos. Se destacan los altos valores porcentuales (45 %) de géneros multiespecíficos y de los calificadores etnoespecíficos (40 %) que hacen alusión al componente ecológico.