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La plasticidad fenotípica en maíz permite atenuar los efectos negativos de la competencia entre plantas en condiciones limitantes de recursos (i.e. luz) manteniendo rendimientos elevados. Los análisis retrospectivos evaluaron los efectos del mejoramiento sobre el rendimiento y algunos rasgos eco-fisiológicos asociados pero ninguno ha descrito la plasticidad de los mismos en respuesta al estrés por luz, y su jerarquización. En este trabajo se cultivaron cuatro híbridos argentinos representativos de 4 décadas (´70, ´90, ´00 y ´10) en 3 densidades de siembra (4-8-12 plantas/m2) en un diseño de parcelas divididas con 3 repeticiones. A nivel de planta se midieron rasgos de (i) desarrollo [tiempos térmicos a antesis (TTa), silking (TTs) y su intervalo (ASI)], (ii) vegetativos y crecimiento [altura total de planta (H) y altura a la espiga (He), diámetro del tallo (D), área foliar (AF), ángulo vertical (AV) y azimutal (AZ) de hojas, crecimiento de plantas (TCP) y de espigas en período crítico (TCE), biomasa a madurez (BiomMF)] y (iii) reproductivos [rendimiento (R), número de granos (NG), peso de los granos (PG), índice de cosecha (IC) y eficiencias reproductivas (NG/TCP y NG/TCE)]. La plasticidad se obtuvo como el rango entre los valores del percentil 10 y 90 relacionados con su mediana. Todos los híbridos presentaron similar plasticidad para los rasgos estudiados excepto para ASI donde el híbrido más moderno presento el mayor valor. Los TTa, TTs, H y PG mostraron las plasticidades más bajas mientras que AZ, NG, R y ASI las más altas. La plasticidad aumentó en respuesta a incrementos en la densidad en todos los híbridos mientras que su jerarquía no mostró un patrón común. Estos resultados indicarían que los híbridos evaluados muestran estrategias diferentes para atenuar la competencia entre plantas en términos de plasticidad fenotípica.