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Las selvas de galería del Gran Chaco Argentino representan un mínimo porcentaje del total de la superficie de la región y están pobremente representadas en el sistema argentino de áreas protegidas. Estos dos factores determinan que las poblaciones silvestres de mono mirikiná que habitan dichas selvas sean particularmente vulnerables. Una reciente evaluación del Gran Chaco Americano realizada para establecer prioridades de conservación en la región determinó que el mono mirikiná es una de las 17 especies de mamíferos prioritarias para establecer acciones de conservación (Díaz & Ojeda, 2000). Es así que se decidió comenzar un programa de conservación del mono mirikiná en las provincias de Formosa y Chaco donde se encuentra distribuida la especie. Se comenzó por realizar un relevamiento de los ríos y riachos más importantes en la zona central de distribución de la especie y encuestas de presencia-ausencia en las zonas extremas de su distribución. También se comenzó una evaluación cuantitativa de la población de mirikinás en el Parque Nacional Pilcomayo, única área nacional que protege la especie. Los resultados preliminares sugieren la presencia abundante de Aotus azarai en PN Pilcomayo y posibles remanentes poblacionales en sectores extremos de su distribución. Por ejemplo, se confirmó la presencia de Aotus al norte de la ciudad de Ing. Juárez en la Provincia de Formosa desplazando el límite oeste de la distribución aproximadamente 250 km y se obtuvo evidencia preliminar sobre la presencia de la especie en el Parque Nacional Chaco de la Provincia de Chaco, donde no se lo registraba desde hacía más de 20 años.