INALI   02622
INSTITUTO NACIONAL DE LIMNOLOGIA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Ajustes morfológico-sedimentarios del Río Bermejo en torno al Puente Lavalle (Chaco Argentino)
Autor/es:
RAMONELL, CARLOS; AMSLER, MARIO; ORFEO, OSCAR; MONTAGNINI, MARÍA DANIELA; PEREZ, MELINA
Lugar:
Córdoba - Argentina
Reunión:
Simposio; Tercer Simposio Regional sobre Hidráulica de Ríos; 2007
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Córdoba - Instituto Nacional del Agua - Universidad Nacional de Stgo. del Estero
Resumen:
Resumen. El Río Bermejo es uno de los ríos de llanura con mayor caudal sólido específico del mundo. Para los últimos 60 años, la tasa media máxima de corrimiento del cauce en el entorno de puente Lavalle fue de 600 m/año. El puente fue construido entre 1968 y 1976 en un tramo naturalmente rectificado del río, cuya sinuosidad común es mayor que 1,7. En este escenario, el tramo recto aguas abajo del puente permaneció con tal patrón hasta nuestros días, alargándose de 4 km a 8 km en la década del ‘80, durante la cual ocurrieron las mayores crecidas en ese cuarto final del siglo. Aguas arriba del puente, el desarrollo de nuevos meandros provocó su destrucción parcial en diferentes oportunidades. Aquí se sugiere que el comportamiento opuesto del río a ambos lados del puente tiene su origen en un desequilibrio en el transporte de  sedimentos: durante los períodos de aguas altas la obra actúa como una presa, provocando sedimentación en el tramo de aguas arriba, e incisión del lecho aguas abajo; durante los períodos de estiaje, la pendiente del tramo superior supera el límite necesario para el transporte de los sedimentos que a él ingresan, y la meandrificación es el mecanismo para disminuir el exceso de energía. El Río Bermejo es uno de los ríos de llanura con mayor caudal sólido específico del mundo. Para los últimos 60 años, la tasa media máxima de corrimiento del cauce en el entorno de puente Lavalle fue de 600 m/año. El puente fue construido entre 1968 y 1976 en un tramo naturalmente rectificado del río, cuya sinuosidad común es mayor que 1,7. En este escenario, el tramo recto aguas abajo del puente permaneció con tal patrón hasta nuestros días, alargándose de 4 km a 8 km en la década del ‘80, durante la cual ocurrieron las mayores crecidas en ese cuarto final del siglo. Aguas arriba del puente, el desarrollo de nuevos meandros provocó su destrucción parcial en diferentes oportunidades. Aquí se sugiere que el comportamiento opuesto del río a ambos lados del puente tiene su origen en un desequilibrio en el transporte de  sedimentos: durante los períodos de aguas altas la obra actúa como una presa, provocando sedimentación en el tramo de aguas arriba, e incisión del lecho aguas abajo; durante los períodos de estiaje, la pendiente del tramo superior supera el límite necesario para el transporte de los sedimentos que a él ingresan, y la meandrificación es el mecanismo para disminuir el exceso de energía.