INALI   02622
INSTITUTO NACIONAL DE LIMNOLOGIA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Biología de la Conservación: el rol del biólogo para abordar la crisis de la biodiversidad en el siglo XXI
Autor/es:
ALEJANDRO R. GIRAUDO
Lugar:
Esperanza, Santa Fe, Argentina
Reunión:
Congreso; IV Congreso de la Federación Argentina de Estudiantes de Biología; 2007
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Ciencias, Universidad Nacional del Litoral
Resumen:
Se denomina "Crisis de la Biodiversidad" a la devastación en pocas décadas de la mayoría de las comunidades biológicas compuesta por especies cuya evolución tardó millones de años, causada por sectores dominantes de la población humana. Esto, no sólo es lamentable por el valor intrínseco de cada forma de vida, sino por sus consecuencias en la supervivencia de otras especies, incluyendo los seres humanos. Crisis ambientales están acompañadas de crisis sociales, debido a que existen múltiples y complejas relaciones entre el ambiente y las sociedades en Latinoamérica. Por ello es necesario superar la compartimentación disciplinaria que impide una apropiada integración entre las esferas del conocimiento y la toma de decisiones. La Biología de la Conservación surge como un enfoque integrado de la protección y manejo de la biodiversidad que usa principios apropiados y experiencias relacionando las Ciencias Naturales, las Ciencias Sociales y tecnologías sobre manejo de los recursos naturales. Es un hecho que los científicos y ambientalistas por sí solos, e incluso las estrategias globales de conservación gubernamentales y no gubernamentales, no han tenido el suficiente éxito como para modificar las tendencias de pérdida de biodiversidad. Los biólogos cumplen un rol importante comprendiendo los efectos del hombre sobre la biodiversidad y comunicando a la sociedad sus consecuencias. Para ello necesitan: (1) una sólida formación científica  y práctica, que le permitan conocer la biodiversidad y los procesos evolutivos y ecológicos que la mantienen,  utilizando herramientas metodológicas y teóricas cada vez más eficientes; (2) desarrollar su capacidad de innovación y creatividad para proponer nuevos enfoques y trabajar multidisciplinariamente en estrategias de conservación con bases científicas sólidas, descentralizando las gestiones y apoyando la formación de grupos locales fuertes; (3) una interacción más equitativa con ONGs conservacionistas, con la sociedad y los dirigentes políticos; (4) conocer y explicitar las filosofías e ideologías implicadas en sus estudios, modelos y estrategias de conservación; (5) entender los procesos históricos, socioeconómicos y políticos implicados; (6) una amplia capacidad de crítica para evaluar frecuentes desaciertos y reorientar las decisiones y estrategias. El mejoramiento de la educación universitaria y del sistema científico-tecnológico es un aspecto fundamental para cubrir estas necesidades.