INALI   02622
INSTITUTO NACIONAL DE LIMNOLOGIA
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Datos sobre la reproducción de Podocnemis unifilis Troschel 1848 (Testudines: Pelomedusidae) en los Llanos de Venezuela
Autor/es:
MANUEL MERCHAN; JAVIER ALEJANDRO LÓPEZ; PAOLA MEJIA; JUAN MANUEL ARCOS; RAFAEL ANTELO
Revista:
BOLETIN DE LA ASOCIACION HERPETOLOGICA ESPANOLA
Editorial:
Asociación Herpetológica Española
Referencias:
Lugar: Valencia; Año: 2006 vol. 17 p. 94 - 96
ISSN:
1130-6939
Resumen:
El 2 de febrero de 2006, durante el proceso de recolección de huevos dentro del Programa de reintroducción del Cocodrilo del Orinoco (Crocodylus intermedius) en los Llanos de Venezuela, se encontraron fortuitamente 30 huevos correspondientes a un número indeterminado de puestas de Terecay (Podocnemis unifilis). La puesta se encontró en las orillas del Caño Macanillal, en el Hato El Frío, Estado Apure, Venezuela. La misma se hallaba sobre un montículo artificial de arena proveniente del cercano Caño Guaritico, construido por los responsables del programa de reintroducción del cocodrilo del Orinoco de la Estación Biológica El Frío (Estado Apure, Venezuela) para proporcionar sustrato adecuado para la nidificación de la especie. Los huevos fueron trasladados a las instalaciones de la Estación Biológica y colocados en cuatro hileras de profundidad en el interior de un recipiente de corcho blanco aislante de aproximadamente 50 cm de largo, 30 de ancho y 40 de profundidad. Se incubaron en una habitación de temperatura constante (32° C) junto a puestas de C. intermedius. Entre el 2 y el 4 de mayo de 2006, 12 de los huevos eclosionaron, lo que implica un periodo de incubación mínimo de 90 días. El resto se examinó para comprobar que efectivamente se habían malogrado (mortalidad prenatal del 60%). Se registraron la longitud y anchura de 18 huevos y la longitud recta de espaldar, anchura recta de espaldar, altura del caparazón y peso de los individuos eclosionados. Las medidas fueron tomadas con calibre micrométrico de precisión 0.1 mm y el peso mediante un dinamómetro de precisión 0.5 g. Los individuos eclosionados se mantuvieron en cautividad por espacio de una semana en las instalaciones de la Estación Biológica El Frío, periodo durante el cual dos de los ejemplares eclosionados en fase muy temprana de desarrollo con el saco vitelino mayor que su propio tamaño corporal, acabaron muriendo tras no reabsorber el mismo (Figura 1). El resto de los individuos fue posteriormente liberado en la misma localización donde se recogieron los huevos. Las medidas de los huevos se presentan en la Tabla 1 y las de recién nacidos, en la Tabla 2. Aunque no podemos valorar con precisión el periodo de incubación puesto que no conocemos la fecha exacta de puesta de nuestra muestra, nuestro periodo mínimo Asimismo, Medem (1964) en los Llanos colombianos, indica una media de 22.4 huevos, y Foote (1978), en la Amazonía colombiana, de 27.4 huevos. Sobre ejemplares de Perú, Soini (1994) señala una media de 30.3 huevos por puesta. En función de estos datos, parece posible que la muestra encontrada por nosotros corresponda a más de una nidada, lo que vendría a confirmar en las poblaciones de P. unifilis del Hato El Frío, el comportamiento ya observado en la especie en Venezuela, de realizar con frecuencia sus nidos utilizando los de C. intermedius, como estrategia de protección para las puestas aprovechando la vigilancia que la hembra de cocodrilo realiza sobre la suya propia (Thorbjarnarson et al., de incubación coincide con el encontrado por Medem (1964) para ejemplares colombianos, con un periodo de entre 75 y 90 días; sin embargo, Thorbjarnarson et al. (1993) citan un periodo de incubación en Venezuela de entre 60 y 65 días, sensiblemente menor que nuestra muestra. Los mismos autores señalan un tamaño de puesta de 23.3 huevos, Mondolfi (1955) de 24.7 huevos y Pritchard & Trebbau (1984) de 24.4 huevos, todos ellos para Venezuela. Asimismo, 1993). Sobre el tamaño de los huevos, los mismos autores encontraron unos valores medios de 4.6 cm de longitud y 3.1 cm de anchura, lo que implica una forma más alargada que los medidos por nosotros. Serán precisos estudios adicionales con tamaños muestrales mayores para contrastar las hipotéticas diferencias existentes entre los ejemplares de cursos fluviales selváticos y aquellos procedentes de zonas de sabana.