LA FORMACIÓN TAJAMAR Y LA EXTENSION DEL LAGO LERMA. CUATERNARIO SUPERIOR DEL VALLE DE LERMA, SALTA

GONZÁLEZ BONORINO, G; ABASCAL, L.; BAUDINO, G.; LARCHER, N.

Neuquén

Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011

Asoc. Geol. Argentina

El Valle de Lerma es una depresión intramontana en la Cordillera Oriental de Salta (Fig. 1). A fines del Terciario el valle estaba abierto hacia el este y una red de drenaje se había establecido en los contrafuertes occidentales de la Cordillera Oriental. Durante el Cuaternario se elevó el contrafuerte oriental de la Cordillera Oriental, cerrando casi totalmente al valle y limitando la salida del drenaje a un único punto, el cauce del río Mojotoro. La barrera orográfica dio lugar también al desarrollo de un extenso lago, el lago Lerma (Gallardo et al., 1996, 1999, Malamud et al., 1996). La formación del lago Lerma estuvo precedida, acompañada, y sucedida por la acumulación de depósitos en valles fluviales y en abanicos aluviales derivados casi exclusivamente de las elevaciones occidentales. El espesor de este depósito, estimado por gravimetría y geoeléctrica, alcanza varios cientos de metros (Baudino, 1996, Colombi et al., 1999). Este grueso paquete sedimentario apoya en discordancia angular sobre estratos plegados datados en 1,3 Ma (Malamud et al., 1996) y, por ende, está comprendido en el Cuaternario temprano (2009 Geologic Time Scale, The Geological Society of America). Gallardo et al. (1996) subdividieron este relleno en tres formaciones: Calvimonte, Tajamar y La Viña, de más antigua a más joven. Las formaciones Calvimonte y La Viña agrupan los depósitos aluviales, los cuales conforman la mayor parte del volumen del relleno. La Formación Tajamar es una delgada (alrededor de 20 a 40 m de espesores máximos) unidad estratigráfica tabular que se distingue por la presencia de pelita finamente laminada con fauna dulciacuícola, y arena de grano fino y mediano, subordinada, y se intercala con base y techo discordantes entre los depósitos aluviales. Esta formación representa el depósito del lago Lerma. Sus afloramientos están restringidos al sector austral y oriental del Valle de Lerma (localidades de Rumical, Talapampa y Guachipas; Fig. 1). Basándose en la cota topográfica de los afloramientos de pelita lacustre más elevados (aproximadamente 1140 m s.n.m.), Malamud et al. (1996) propusieron que el lago Lerma se habría extendido, como mínimo, hasta la latitud de 24º55’S, algo al norte de los Cerrillos de San Miguel (Fig. 2). En base al reconocimiento en superficie, cerca del casco urbano central de Salta y a una cota de 1200 m s.n.m., de facies inferidas como deltaicas, estos mismos autores postularon una posible extensión del lago considerablemente más al norte. El piso del Valle de Lerma tiene un gradiente regional que asciende hacia el norte. Los afloramientos de Talapampa y Rumical están a unos 1140 m s.n.m. (Fig. 1, localidades 2 y 3) y el sector norte de la ciudad de Salta (Barrio Castañares) a unos 1220 m s.n.m. (cotas medias estimadas en base a Google Earth con máxima ampliación, registros de GPS manual, y la carta topográfica del Instituto de Geología y Minería 1:200.000). Así, pues, una extensión hacia el norte de los depósitos lacustres aflorantes deberá buscarse en el subsuelo. El presente trabajo investiga si la Formación Tajamar se extiende bajo el subsuelo de la ciudad de Salta. El estudio se basa en registros de perforación de 313 pozos por agua, varios de ellos acompañados por sondeos de resistividad y potencial espontáneo, y perfiles de sísmica de reflexión somera. Se relevó con sísmica de reflexión de poca profundidad un perfil en la zona situada entre los Cerrillos de San Miguel y la sierra de Mojotoro, a unos 1170 m s.n.m. (Fig. 1, localidad 1). Allí se detectó un paquete arcilloso con techo y base a cotas de 1145 a 1120 m s.n.m., respectivamente (González Bonorino et al., 2003). Más al norte, en el subsuelo de la ciudad de Salta, numerosas perforaciones para extracción de agua han atravesado capas arcillosas. Mediante correlación visual de pozos se confeccionó un perfil norte-sur entre La Isla y la latitud de la ciudad de Salta (Fig. 2; tomado de Baudino, 1996). El perfil permite seguir hacia el norte el paquete arcilloso reconocido por sísmica, apreciando que el techo de la arcilla asciende paulatinamente. Un perfil de pozos en el extremo septentrional de la zona urbana, en los alrededores del campus de la Universidad Nacional de Salta, en Castañares, detectó un delgado (1,2 a 12 m de espesor) intervalo arcilloso con techo a 1150 m s.n.m.; los cuttings recuperaron arcillas rojizas y anaranjadas (Fig. 3; Larcher, 2006). Finalmente, se procesaron los registros de 313 pozos para determinar la distribución areal del contenido total en depósitos arcillosos en cada pozo. Se identificaron varios bolsones con espesores acumulados de arcilla superiores al 50% del espesor total del pozo (Fig. 1).                  El paquete arcilloso en 1 (Fig. 1) tiene un espesor y cotas de base y techo que permiten postular la correlación con los depósitos lacustres aflorantes de la Formación Tajamar, y suponer que también consisten en facies lacustres. El perfil norte-sur (Fig. 2) sugiere que el paquete arcilloso traslapa hacia el norte, ascendiendo estratigráficamente por encima de la cota de 1140 m s.n.m. De esta relación estratigráfica se infiere que las pelitas lacustres pasan hacia el norte y hacia arriba a fangolitas de planicie de inundación fluvial o deltaica. Los niveles de arcilla rojiza en el perfil de Castañares (Fig. 3), con techo a 1150 m s.n.m., especulativamente se homologan con los depósitos de planicie de inundación reconocidos al sur. La correlación que se propone permite extender la Formación Tajamar hasta el sector norte de la ciudad de Salta, si se acepta incluir en ella facies arcillosas subaéreas. Los depósitos lacustres y, por ende, el antiguo lago Lerma, sin embargo, no habrían superado la cota de 1140 m s.n.m. y la latitud de 24º55’S, aproximadamente. La distribución de espesores de depósitos arcillosos en el subsuelo de la ciudad de Salta revela varios depocentros aislados (óvalos negros en Fig. 1), cuyo origen no se discute aquí, pero no un espesor significativo en la línea de proyección del lago Lerma, apoyando la propuesta de que el grueso del depósito lacustre no llega a la latitud de la ciudad.