CADIC   02618
CENTRO AUSTRAL DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Modelización hidrológica de la cuenca del río Grande, Tierra del Fuego; riesgo hídrico para Río Grande
Autor/es:
GONZÁLEZ BONORINO, G
Lugar:
Azul
Reunión:
Congreso; 1er. Congreso Internacional de Hidrología de Llanuras; 2010
Institución organizadora:
Instituto de Hidrología de Llanuras
Resumen:
Modelización hidrológica de la cuenca del río Grande, Tierra del Fuego; riesgo hídrico para Río Grande González Bonorino, G., B. Houssay 200, CADIC, CP9410, Ushuaia; g_bonorino@yahoo.com.ar La cuenca del río Grande (Chile-Argentina) ocupa 8.700 km2 de la Isla Grande de la Tierra del Fuego. En su desembocadura en el Atlántico se encuentra la ciudad de Río Grande (pob. 80.000). El escurrimiento proviene principalmente de las laderas boscosas de los Andes Fueguinos pero la mayor parte de la cuenca abarca zona de estepa. El promedio de lluvia es de unos 400 mm distribuidos a lo largo del año; las crecientes están fuertemente controladas por el deshielo. Prognosis climática basada en GCMs y registros pluviométricos sugieren una tendencia de aumento en la precipitación y en la temperatura invernal; ambos factores aumentarán el riesgo hídrico para la ciudad de Río Grande, que sufrió una severa inundación en 2006. El modelado hidrológico se hizo a la escala de la cuenca, para conocer la distribución areal de la capacidad de retención, y separadamente sobre el cauce inferior, para estimar las cotas de creciente probables. Para la escala de cuenca se empleó HEC-HMS y GeoHMS. Se aplicó una lluvia real de tipo tormenta de frente, similar a las que ocurren en Tierra del Fuego, con una profundidad total de 46 mm en 6 horas. Se ignoró la contribución del escurrimiento subsuperficial y subterráneo; esta omisión probablemente no tenga una influencia significativa en los resultados debido al generalmente delgado espesor de suelo permeable en la cuenca. El hidrograma en la desembocadura predice que entre el umbral de crecida ordinaria, de unos 200 m3/seg, y el pico de crecida de unos 900 m3/seg, hay unas 6 horas de preaviso, lo cual permite instalar una alerta temprana. El tramo inferior se modeló con HEC-RAS, tomando como cauce activo la planicie aluvial. El modelado muestra que la cuenca baja tiene una alta capacidad para amortiguar una creciente, principalmente debido a la ancha planicie de inundación.