CADIC   02618
CENTRO AUSTRAL DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La política antártica de Nueva Zelanda en el área marina protegida del Mar de Ross
Autor/es:
LORENZO, CRISTIAN
Lugar:
Punta Arenas
Reunión:
Congreso; IX Congreso Latinoamericano de Ciencia Antártica; 2017
Institución organizadora:
INACH
Resumen:
la politica antartica denueva zelanda en el area marina protegida del mar de ross  (New Zealand´s Antarctic policy on the Ross Sea regionMarine Protected Area)Lorenzo, C. 1 21Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) ? CentroAustral de Investigaciones Científicas (CADIC). Bernardo Houssay 200, Ushuaia,Argentina. Email: clorenzo@conicet.gov.ar2 Universidad Nacional de Tierradel Fuego (UNTDF) ? Instituto de Ciencias Polares, Recursos Naturales yAmbiente (ICPA). Av. Los Ñires 2382, Ushuaia, Argentina. Email:clore@untdf.edu.arElplaneta se encuentra en una situación crítica a nivel ambiental (Estenssoro Saavedra, 2009). En esta línea, pueden rastrearserápidamente distintos conceptos que permiten advertir esta situación, como es elcaso de los Límites Planetarios (Rockström et al., 2009) o el de Límitesdel Crecimiento (Meadows, 1972). La Antártida no escapa a lasdiscusiones generadas en torno de los desafíos globales ambientales (Chown et al., 2012) y más específicamente, en materiade áreas marinas protegidas (Brooks et al., 2016; Cordonnery& Hemmings, 2015; Jacques & Brooks, 2015). En el año 2009 la Comisión para laConservación de los Recursos Vivos Marinos (CCAMLR) decidió crear un áreamarina protegida en las islas Orcadas del Sur. Esta fue una propuesta impulsadainicialmente por el Reino Unido y que luego fue apoyada por todos los miembrosde este organismo. En 2012, Nueva Zelanda y Estados Unidos ? dos estados quetienen una larga historia de cooperación antártica - acordaron presentarconjuntamente una propuesta a la CCAMLR para crear un área marina protegida enel Mar de Ross. Luego de intensas negociaciones, se produjo un hecho históricoen el 2016: la CCAMLR decidió multilateralmente establecer dicha área marinaprotegida. Sin menoscabar el rol de Estados Unidos durante este proceso, elcentro del trabajo estará en Nueva Zelanda por los motivos que se explicitan acontinuación.Sepresentan aquí los resultados preliminares de un plan de trabajo desarrollado durantefebrero-junio de 2017 en el Gateway Antarctica de la Universidad de Canterbury(Christchurch, Nueva Zelanda). Este proyecto fue financiado en su totalidad porel Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET), en el marco de suPrograma de Financiamiento para sus Jóvenes Investigadores.  Considerando el hito histórico referido del2016, la pregunta central que vertebró esta investigación fue: ¿Quérepresentaba la creación de un área marina protegida en el Mar de Ross paraNueva Zelanda? Antes de continuar, cabe hacer aquí una aclaración especial: ¿Porqué es importante conocer más sobre Nueva Zelanda como un investigadorargentino y latinoamericano? Respecto de este asunto (i) busco pensar otrasrealidades desde América Latina, en línea con el posicionamiento epistemológicoadoptado para la realización de este trabajo (Auat, 2011); (ii) El caso de Nueva Zelanda yla creación de un área marina protegida en el Mar de Ross fue seleccionada por serrelevante para la Argentina y su política en la CCAMLR; (iii) la elección deNueva Zelanda cobra también relevancia no solo para las discusiones en laCCAMLR sobre áreas marinas protegidas en general, sino también porque se tratade un caso en el que el lugar declarado multilateralmente como área marinaprotegida (Mar de Ross) coincide con sus pretensiones antárticas de soberaníade Nueva Zelanda; (iv) es importante conocer más sobre Nueva Zelanda porquesirve como ?espejo? para mirarnos tanto desde Argentina como América Latina, asítambién para abrir nuevos interrogantes en la forma en que nos vinculamos conla Antártida. Con relación a este último punto, este proyecto complementa ycapitaliza los resultados preliminares de otro proyecto en desarrollo sobre laArgentina en la CCAMLR[1].            Myrdal (1970) planteaba la necesidad deexplicitar el posicionamiento epistemológico adoptado. En este sentido, en lugarde plantear una aproximación predominantemente deductiva, realicé unaaproximación fenomenológica (Krupp, 2010) para este trabajo. Dado esto, busquéconstruir generalizaciones empíricas (Friedrich, 1963) basándome en un amplio conjunto deobservaciones realizadas. Desde un punto de vista metodológico, relevé,sistematicé y analicé documentos procedentes de: (i) Las Reuniones Consultivasdel Tratado Antártico; (ii) los informes anuales tanto de los grupos de trabajocomo de las reuniones anuales de CCAMLR; (iii) la Cancillería de Nueva Zelanda;(iv) el Programa Nacional Antártico de Nueva Zelanda; (v) los organismos nogubernamentales de carácter internacional que tienen sede en Nueva Zelanda; ypor último, y también, (vi) incluí un relevamiento diario de distintosperiódicos locales para tener una visión integral de la situación histórica.Los diarios revisados fueron: New Zealand Herald, The Press News, Radio NZ yStuff. También tuve acceso a la Biblioteca de la Universidad de Canterbury,donde hay una Colección Antártica y pude acceder a una base de datos consuscripciones para obtener fuentes secundarias de información. Durante estos 4meses realicé aproximadamente 2500 registros. Asimismo,relevé información de un conjunto de entrevistas semi-estructuradas realizadasa distintos actores claves en la política antártica de Nueva Zelanda, que fuechequeada con los propios interlocutores locales. Fueron realizadas 15entrevistas, todas en inglés y fueron de carácter confidencial. Casi todasfueron grabadas en un grabador digital de voz y, posteriormente, guardadas enun lugar seguro. Como había adelantado, este trabajo presenta los resultadospreliminares de esta investigación, quedando pendiente realizar lasdesgrabaciones y análisis de varias entrevistas. Se abordan a continuación trescontextos relevantes para el abordaje del interrogante central de este trabajo:(i) Las relaciones entre el conocimiento científico y los objetivosestratégicos gubernamentales respecto de la Antártida de Nueva Zelanda; (ii) Lasformas en que  circulan las ideasantárticas en Nueva Zelanda; y (iii) El desarrollo logístico e infraestructuraen materia antártica en Nueva Zelanda. (i) Desde que laBase Scott fue considerada como una base científica permanente en 1957, laciencia ha jugado un rol clave en fundamentar los intereses de Nueva Zelanda, aportandoinsumos para tener una presencia activa en la Dependencia de Ross. Teniendocomo base un consenso alcanzado por los Ministerios de Relaciones Exteriores,Ciencia e Innovación, así como también, de Pesca y Acuacultura, fuerondefinidos como prioritarios tres ejes para las investigaciones de NuevaZelanda: 1. Clima, hielo y atmósfera; 2. Ecosistemas costeros; 3. Ecosistemasmarinos. Es en este marco donde se inserta el área marina protegida del Mar deRoss. Estas investigaciones tienen que ser colaborativas a nivel internacionaly al mismo tiempo, relevantes para Nueva Zelanda. Además, es interesantedestacar que las pretensiones soberanas de Nueva Zelanda en la Antártida son expresadasen un lenguaje sutil, que puede decodificado si se lo pone en una perspectivade largo plazo. Hasta pueda pasar por desapercibido. Es en este contexto dondeaparecen palabras, como: gobernanza, protección a la biodiversidad,conservación y cuidado del medio ambiente, donde Nueva Zelanda busca liderar ytener presencia.(ii) Las ideas antárticascirculan y se retroalimentan, involucrando a distintas instituciones:universidades, centros de investigación y espacios informales.  Existe en el marco de la Cancillería de NuevaZelanda un espacio coordinado por ellos, en el que se invitan a determinadoscientíficos para participar de discusiones. Ciencia y política aparecen aquí muyentrelazados (Elzinga, 2017). Las ideas antárticas también seproducen desde universidades y centros de investigación. En este caso, nonecesariamente están vinculados con la toma de decisiones de la Cancillería deNueva Zelanda, aunque sí puede estar vinculada a escala local. La vinculaciónentre el Gateway Antarctica y el Antarctica Office para el diseño de laestrategia de posicionamiento de Christchurch como puerta de entrada a laAntártica es un claro ejemplo. Por último, existe un espacio informal por dondecirculan las ideas antárticas, en el que reconocidos científicos son invitados,tanto nacionales como internacionales, en el marco de lo que llaman ?charlasantárticas?. Éste es un espacio abierto para la comunidad en general dondeparte del conocimiento producido en las universidades y centros informales sontransferidos a la comunidad en general. En varias ocasiones fueron realizadasen la Universidad de Canterbury. (iii) La baseScott tiene un sentido estratégico para Nueva Zelanda, desde sus orígenes. Recientementeincrementaron el presupuesto del país para realizar su remodelación,evidenciando la importancia que tiene para garantizar su presencia en elContinente Blanco. Asimismo, se decidió incrementar el presupuesto paraposicionar a Christchurch como una puerta de entrada a la Antártida  (New Zealand Government, 2017). Christchurch tiene ubicado ametros del aeropuerto, un Centro Antártico Internacional, visitado por turistasde distintas partes del mundo. Un dato no menor es que frente a este CentroAntártico International, se encuentran ubicadas las bases de los ProgramasNacionales de Estados Unidos, Corea e Italia. Además de los aspectos delogística e infraestructura implicados, cabe dimensionar otro aspecto: sudesarrollo tiene efectos económicos positivos: 235 millones de dólares para laregión de Canterbury (donde se encuentra Christchurch) y 432 millones dedólares para Nueva Zelanda. Las fuentes de ingreso son: los ProgramasNacionales Antárticos, Turismo, pesca, educación, investigación y patrimonioantártico (Saunders, Guenther, & Dalziel, 2016). En base alanálisis realizado, puedo concluir que:1.     ParaNueva Zelanda tener un área marina protegida en el Mar de Ross y mantener almismo tiempo una presencia activa en dicho lugar tiene un sentido quetrasciende la importancia ecológica y científica del lugar. Tiene además unsentido estratégico a nivel político.2.     Laorientación del desarrollo de la ciencia, logística, infraestructura de NuevaZelanda se encuentran atravesada por sus objetivos políticos estratégicos. Estaconvergencia de factores constituye el fundamento esencial de lo que podríallamarse ?cercanía antártica?, una idea que sintetiza todos los elementosreferidos y al mismo tiempo justifica geopolíticamente el rol activo de estepaís en el marco de la CCRVMA para la creación de un área marina protegida enel mar de Ross. Esta idea, muchas veces implícita, forma parte del sentidocomún de los neozelandeses.3.     Existenespacios en Nueva Zelanda donde las ideas antárticas circulan por fuera delcircuito gubernamental. Que esto sea así no garantiza que automáticamente sereproduzcan las mismas ideas que históricamente vienen siendo promovidas desdela Cancillería de Nueva Zelanda, ni tampoco que difunda pensamiento crítico.Teniendo este dato estructural, el matiz que tome será en función de lasituación, pero siempre estará ubicado dentro del marco político-estratégico dedicho país respecto de la Antártida. Al mismo tiempo, esta situación refuerza laidea de ?cercanía antártica? mencionada en el punto anterior.Luegode explorar la experiencia de Nueva Zelanda, emergieron una serie deinterrogantes para ser explorados en futuras investigaciones: (i) ¿Cuál es laidea sobre la Antártida que promueve el gobierno de la Argentina en suspolíticas?; (ii) ¿Qué tipo de conocimiento se está produciendo desde lasCiencias Sociales y Humanidades desde América Latina en torno de la Antártida?;y (iii) ¿Qué representaciones tienen los tomadores de decisión sobre elconocimiento antártico producido desde las Ciencias Sociales y Humanidades enAmérica Latina? AgradecimientosAl Profesor BryanStorey, la Dra. Daniela Liggett, Gabriela Roldán (candidata al Doctorado enCiencias Antárticas de la Universidad de Canterbury) y la Dra. Ana Seitz.También, quisiera agradecer a aquellos que aceptaron ser entrevistados para larealización de este trabajo, así como también a la Dra. Alejandra Mansilla porlos generosos comentarios realizados.Referencias bibliográficasUncategorizedReferencesAuat, A. (2011). Hacia unafilosofía política situada. Buenos Aires: Waldhuter Editores.Brooks, C. M., Crowder, L. B., Curran, L. M., Dunbar, R. B., Ainley,D. G., Dodds, K. J., . . . Sumaila, U. R. (2016). Science-based management indecline in the Southern Ocean. Science,354(6309), 185-187. Chown, S. L., Lee, J. E., Hughes, K. A., Barnes, J., Barrett, P. J.,Bergstrom, D. M., . . . Wall, D. H. (2012). Challenges to the FutureConservation of the Antarctic. Science,337(6091), 158-159. Cordonnery, L., & Hemmings, A. (2015). Nexus and Imbroglio:CCAMLR, the Madrid Protocol and Designating Antarctic Marine Protected Areas inthe Southern Ocean. The InternationalJournal of Marine and Coastal Law, 30, 727-764. Elzinga, A. (2017). The continent for Science. In K. H. Dodds, A(Ed.), Handbook on the Politics ofAntarctica. (pp. 103-124). 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