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Durante los viajes de alimentación se espera que los animales ajusten sus movimientos de acuerdo a la distribución espacial de los recursos alimenticios y los factores ambientales. Se estudiaron los movimientos de adultos reproductores de pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus) durante la etapa de cuidado temprano, utilizando sistemas de posicionamiento global. Estos instrumentos registran además a intervalos regulares la temperatura del agua y la profundidad a la que bucean los animales, lo cual permite reconstruir los movimientos de los animales en tres dimensiones. La duración promedio de los viajes fue de 14,7 ± 6,9 hs (el 33% incluyó una noche) y la distancia máxima alcanzada desde la colonia fue de 24 ± 10 km. El área de alimentación de los individuos se localizó al este de la colonia. Los pingüinos partieron y comenzaron el retorno de los viajes de alimentación en la misma dirección que la corriente de marea. Se identificaron tres fases en los viajes de alimentación teniendo en cuenta la sinuosidad en el trayecto y la velocidad: de tránsito, central, y de retorno. En términos de esfuerzo de alimentación se encontraron diferencias significativas en la tasa de buceo (distancia vertical recorrida por hora), que resultó mayor durante la fase central, seguida por la fase de tránsito y menor en la fase de retorno. El índice de éxito de alimentación (como el porcentaje de tiempo en el fondo para cada fase) resultó mayor durante la fase central en comparación a las otras dos fases. Se encontraron buceos de alimentación tanto en la fase central como en la de tránsito y un mayor porcentaje de buceos de desplazamiento durante la fase de retorno. Durante la fase de tránsito los pingüinos podrían estar alimentándose para ellos antes que paras su descendencia, lo que concuerda con resultados previos para esta especie en otra colonia. Los pingüinos concentraron su alimentación en aguas de hasta 50 m de profundidad y 9ºC de temperatura.