Sobreviviendo ante la adversidad: Un siglo de cambios demográficos en la población de urogallo cantábrico

R. RODRIGUEZ MUÑOZ; C. RODRIGUEZ DEL VALLE; P. MIROL

Tremp (Pallars Jusà, Lleida), España

Congreso; XX Congreso Español de Ornitología; 2010

SEO/BirdLife

<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:EN-GB; mso-fareast-language:EN-US;} p.MsoBodyText2, li.MsoBodyText2, div.MsoBodyText2 {margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; text-align:justify; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:Arial; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-language:EN-US;} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:72.0pt 90.0pt 44.95pt 90.0pt; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> Desde que se efectuó el primer inventario de áreas de canto de urogallo en la Cordillera Cantábrica, hace 30 años, su población ha experimentado un fuerte retroceso, tanto en tamaño como en área de distribución. Actualmente parece haber desaparecido de las provincias de Lugo y Palencia. Su presencia en Cantabria es residual, y su población se concentra sobre todo en el extremo occidental de Asturias y León. A pesar del tiempo transcurrido desde que se tiene constancia del problema, tanto el momento en que se inició el declive como sus causas continúan siendo desconocidos, y las investigaciones para esclarecerlas son muy escasas. Con objeto de arrojar alguna luz sobre ambas cuestiones, hemos rastreado los cambios genéticos experimentados por el urogallo en la Cordillera Cantábrica desde 1915 hasta la actualidad. Para ello hemos procesado muestras de ADN obtenidas a partir de más de 200 ejemplares, mediante el análisis combinado de marcadores mitocondriales (herencia materna) y microsatélites (herencia biparental). Los resultados muestran la existencia de un pronunciado cuello de botella en el marcador mitocondrial entre finales de los años 60 y principios de los 70, cuando el número de haplotipos detectados pasó de diez a cinco, cifra que se ha mantenido hasta la actualidad. Por su parte, los microsatélites muestran una disminución paulatina de los niveles de heterocigosidad desde los años 60 hasta los 90, momento a partir del cual parece observarse una tendencia a la recuperación en los bosques occidentales de la Cordillera Cantábrica. Los resultados son discutidos en relación con la información disponible sobre  caza y explotación forestal, y su posible papel como detonantes del proceso de declive. Se destaca la importancia de los análisis demográficos a medio y largo plazo, como herramienta para identificar los problemas que afectan al urogallo cantábrico y las posibles medidas de conservación.