Introducción de especies exóticas en ambientes costeros: prevención y control

E. M. PAOLUCCI

Buenos Aires

Jornada; TERCERAS JORNADAS SOBRE CIENCIAS DEL MAR: "La preservación del ambiente costero"; 2015

Instituto Naval Universitario, Escuela de Ciencias del Mar

La introducción de especies exóticas, ya sea de forma accidental o intencional, es uno de los principales problemas ecológicos a nivel mundial. Aquellas especies exóticas que experimentan una explosión demográfica, convirtiéndose en invasoras en el nuevo ecosistema, constituyen una amenaza a la biodiversidad. En ambientes acuáticos los organismos son introducidos en mayor medida en forma accidental por la descarga de agua de lastre de barcos comerciales, o intencionalmente para su cultivo y explotación. Si bien la ubicación del mar Argentino y sus relativamente escasas conexiones con otros puertos han mantenido al mismo a salvo de la introducción de organismos, en los últimos años se ha hecho evidente la introducción de algunas especies marinas y estuariales de notable impacto. De las 400 especies introducidas en Argentina, un 25% son acuáticas y al menos 40 fueron registradas en el mar Argentino y ambientes aledaños. Como ejemplos más destacados se pueden citar al mejillón dorado (Limnoperna fortunei), el alga japonesa (Undaria pinnatífida), el cangrejo verde (Carcinus maenas), el cirripedio diente de perro (Balanus glandula), el poliqueto constructor de arrecifes (Ficopomatus enigmaticus), y la ostra japonesa (Crassostrea gigas), ente otros. Como parte de un esfuerzo mundial para mitigar este flagelo, la Organización Marítima Internacional (OMI) aprobó en 2004 una serie de estándares para el manejo de agua de lastre. El estándar D-1 incluía el recambio de agua de laste en océano abierto, donde las densidades de organismos son menores, y el shock osmótico podría a su vez aumentar la mortalidad de especies costeras antes de su liberación en el puerto de destino. A pesar de su buen desempeño eliminando especies trasportadas en el agua de lastre, su eficiencia ha sido significativamente menor para el caso de intercambios entre puertos marinos. A nivel local se puede agregar el relativamente bajo cumplimiento de las normas locales e internacionales de los barcos arribando al mar argentino. Más allá de estas falencias, en breve este estándar será reemplazado por el D-2 que incluye límites máximos en la descarga de organismos y métodos de tratamiento físico-químicos de agua de lastre, prometiendo controlar aun más el transporte de especies invasoras. Uno de los desafíos será nuevamente implementar sistemas de control eficaces para hacer cumplir esta nueva normativa. Más aun se ha sugerido que sería más eficiente en vez de reemplazar el estándar D-1 por el D-2, aplicar ambos en forma conjunta y sistemática para lograr una máxima eficiencia en el control del trasporte de especies exóticas.