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Las características de los otolitos muestran grandes variaciones intra e interespecíficas y en muchos casos están relacionadas con el tipo ecológico o el hábitat del pez. Para determinar como la química del agua se refleja en la composición de los otolitos, se desarrolló un experimento de 258 días (9 meses) de duración, con 50 juveniles de una misma cohorte de C. facetum, los que fueron distribuidos al azar en dos peceras, una con agua blanda de conductividad 330 µS (similar al Río Paraná) y la otra con agua dura de conductividad 947 µS (similar a las lagunas pampásicas). La calidad del agua fue reconstituida bajo normas EPA. Cada 28 días se extrajeron 2 ejemplares de cada pecera, se registraron distintas variables morfométricas, se extrajeron los otolitos sagitta, midiéndose su largo máximo, su ancho máximo, largo cauda y ancho cauda y se describió su morfología, se analizó la morfometría y se determinó la composición química por ICP-OES. Los resultados muestran que las sagittae de ambos grupos no presentan diferencias morfológicas y morfométricas. La composición química difirió en relación a los días del experimento así como a la diferente calidad de agua, es muy significativo que los otolitos del experimento con agua dura presentan concentraciones (en miligramos/g) de Mg aproximadamente 10 veces mayores que los que presentan los de agua blanda. Este tipo de análisis permite determinar, en que tipo de ambiente vivió el ejemplar y llegar a conclusiones ecológicas y zoogeográficas, si la química del otolito es congruente con la química del agua del lugar de captura. Un estudio detallado de la química, morfometría y morfología del otolito permite reconstruir gran parte de la historia de vida del pez y su asociación con el ambiente.