Limnoperna fortunei (Dunker, 1857), interacción con el ambiente y factores limitantes de su distribución

ESTEBAN M. PAOLUCCI; DEMETRIO BOLTOVSKOY

Buenos Aires

Encuentro; Reunión Anual de Comunicaciones Científicas del MACN; 2014

Museo Argentino de Ciencias Naturales

Luego de su introducción en Sudamérica, alrededor de 1990, Limnoperna fortunei (mejillón dorado), un bivalvo asiático de agua dulce, ha logrado dispersarse y establecerse a lo largo de prácticamente toda la cuenca del Río de la Plata, colonizando incluso pequeñas cuencas vecinas. A lo largo de los últimos 10 años se han estudiado los efectos de esta especie sobre el medio ambiente y la fauna nativa. Como parte de este proceso expansión y adaptación a nuevos ambientes, L. fortunei ha mostrado distintas respuestas tanto morfológicas como comportamentales y fisiológicas. Se hallaron diferencias en la morfología externa (valvas) e interna (órganos paliales) entre los distintos ambientes a lo largo de su área de introducción en Sudamérica, mayormente asociadas a diferencias en sólidos totales en suspensión, clorofila y oxígeno disuelto. Esta variabilidad no parece estar asociada a patrones genéticos definidos, sino ser el producto de la plasticidad fenotípica durante el desarrollo. Los organismos colectados en sitios de alta contaminación también mostraron una importante variación en la morfología, incluyendo deformaciones teratológicas en las valvas, probablemente asociadas a la presencia de metales pesados. La distribución de Limnoperna parece estar limitada aguas arriba de ríos como el Reconquista, donde no lograría sobrevivir. Experimentos de laboratorio no evidenciaron respuestas de evasión o mortalidad debido a la presencia de altas concentraciones de glifosato (40 mg l-1). Por otro lado, se observó una marcada reducción de la concentración de este producto químico debido probablemente a procesos de adsorción en las valvas del mejillón o su comunidad bacteriana asociada. Este comportamiento de Limnoperna, así como las interacciones tróficas con sus predadores, en particular adultos y larvas de peces, podrían determinar límites en su distribución geográfica, o al menos diferencias en las densidades de las colonias observadas en el campo.