MACNBR   00242
MUSEO ARGENTINO DE CIENCIAS NATURALES "BERNARDINO RIVADAVIA"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Invasores e invadidos y un dilema prometedor: la conservación de bosques riparios de salicáceas en la Patagonia
Autor/es:
DATRI L.A; A. FAGGI; GALLO L.A.
Reunión:
Jornada; Jornadas del Comahue de Biodiversidad de las Regiones Áridas y Semiáridas. Neuquén. Jornadas Universitarias del Comahue; 2014
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Comahue
Resumen:
La teoría de la conservación plantea la inexorable erradicación de especies invasoras que por impulsos antrópicos colonizan ecosistemas naturales. Como un virus que infecta un organismo la biología de la conservación plantea que cualquier especie exógena inevitablemente competirá y desplazará a su pariente más próximo genética y ecológicamente, debilitando las bases funcionales del sistema y afectando su biodiversidad (Simberloff, 1988; Marone, 1988). ¿Pero en qué punto el remedio puede ser peor que la enfermedad? Los sauces y álamos introducidos en la Patagonia a fines del siglo XIX y a lo largo de toda la primera mitad del XX, han colonizado casi todos los ecosistemas ribereños. Por motivos que abren nuevas hipótesis y desafíos para la ciencia, entre las décadas del 60 y 70 diversas especies de salicáceas exóticas ocuparon masivamente espacios vacantes a la vera de ríos, lagos y arroyos. Las hipótesis abiertas podrían sintetizarse en las siguientes: a) el auge de la fruticultura y la expansión de las fronteras agropecuarias sobre distintos valles patagónicos, incrementaron el banco de semillas y tejidos vegetales de salicáceas utilizadas como cercos verdes; b) el cambio climático afecta hidrológicamente los ecosistemas ribereños , de manera tal que el disturbio producido por crecidas frecuentes, ahora está reducido y aún mas, favorece su propagación. Habría una tercera hipótesis en vías de refutación: la construcción de represas sobre los ríos patagónicos atenuó el régimen de crecidas de manera tal que favoreció la explosión demográfica de distintas poblaciones de salicáceas. Esta hipótesis es altamente satisfactoria para describir el proceso sincrónico de colonización de los tramos bajos de los ríos Chubut, Neuquén, Limay o todo el río Negro, regulados aguas arriba. Pero al mismo tiempo, ríos de descarga directa de las aguas de fusión de hielo al cauce sin intermediación de fases de acumulación, como los ríos Azul, Percy y Corinto experimentaron, con distintas especies de salicáceas, el mismo proceso. Más allá de los motivos, el proceso de sucesión primaria está iniciado. Los bosques riparios patagónicos configuran un nuevo paisaje ribereño, que antes no tenía ocupantes. No se conocen para ambientes de aguas corrientes especies riparias que ocupen ese hábitat y ese nicho ecológico, a excepción de Salix humboldtiana, la cual nunca alcanzó formar bosques densos. La distribución del bosque ripario sobre pedreros, islas de reciente formación, albardones, barras y bancos de arena, originó una biota completamente nueva. En el río Azul inclusive favoreció la estabilización de superficies con presencia de individuos jóvenes de árboles procedentes del bosque circundante sobre los contrafuertes andinos. Una mirada sobre la conservación de los ecosistemas ribereños patagónicos debe considerar al espacio y la heterogeneidad del ambiente ribereño. Las teorías sobre facilitación (Connell y Slatyer, 1977) y biogeografía insular (Mac Arthur y Wilson; 1967) nos dan una mirada sobre cómo ocurren estos procesos. También sobre cómo podrían manejarse para no caer en costosos programas de control de especies invasoras, mantener estables las riberas y obtener información sobre cambios a escala global, social y ecológica de la capacidad de respuestas de los ecosistemas que se buscan conservar.