MACNBR   00242
MUSEO ARGENTINO DE CIENCIAS NATURALES "BERNARDINO RIVADAVIA"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Tectonica distensiva, magmatismo y glaciaciones en la cuenca superior y media del rio Gallegos, patagonia austral.
Autor/es:
CORBELLA, H., ERCOLANO, B., CORONATO, A., TIBERI, P.
Lugar:
Cordoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geologico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociacion geologica Argentina - XIX Congreso Geologico Argentino
Resumen:
El río Gallegos atraviesa de oeste a este el extremo austral de la provincia de Santa Cruz. Nace en el borde occidental o dominio externo de la faja plegada y corrida de la Cordillera Patagónica y continúa su curso hacia el océano Atlántico sobre buena parte de las zonas profundas, transicionales y de plataforma de la Cuenca Austral (Ghiglione et al. 2009). Las mesetas basálticas que se elevan en inmediaciones de la estancia Bella Vista (S51.86°-W70.78°) dividen el curso en dos secciones diferentes. Hacia el oeste el valle está limitado por dos bloques elevados que conforman una importante fosa tectónica; en su interior se advierte escasa participación volcánica. Hacia el este en cambio, el valle parecería estar controlado por un hemigraben y en su interior se observan múltiples edificios volcánicos integrantes del campo volcánico de Pali Aike (CVPA). Estos valles de origen tectónico, hacen parte de un conjunto de estructuras extensivas o sistema de rift, abiertos en el extremo austral de la Patagonia durante el Neógeno (Diraison et al. 1997). Con anchos del orden de 20-50 Km (equivalente al espesor de la corteza continental), estas depresiones señalan zonas en la cual la totalidad de la litósfera se ha deformado o roto por extensión. El fondo del valle que aquí describimos, posee un ancho de ~40 km, escasa altura sobre el nivel del mar (desciende desde 120 msnm en la confluencia con los ríos Rubens y Penitentes a 67 msnm frente a las mesetas basálticas de Bella Vista) y está flanqueado por las elevaciones Meseta Latorre (1063 msnm) al norte y por una estribación de la Cordillera Chilena Sur (1000 msnm) al sur. Escarpas de traza rectilíneas limitan el valle por ambas márgenes. Estas escarpas, cubiertas en ocasiones por deslizamientos por remoción en masa, sugieren que las fallas se encuentran aún activas. El fondo del valle está cubierto por un considerable paquete de sedimentos, coronados por múltiples depósitos de origen glacial cuyo estudio hace parte del presente proyecto. A pesar de la notable cobertura glaciaria son aún distinguibles algunos alineamientos presumiblemente controlados por estructuras existentes en el basamento. Así podrían señalarlo los cursos rectilíneos y paralelos de orientación E-O del río Gallegos, indicados en la figura 1 o el afloramiento volcánico Morro Gay limitado por contactos de dirección ENE. La diferencia de orientación entre el fallamiento ESE y otros alineamientos reconocibles dentro del valle pueden deberse a pulsos de deformación sucesivos. Las rocas magmáticas actualmente asociadas a este brazo del sistema de rift austral tienen reducida extensión y se encuentran alojadas en proximidad a las zonas de fractura. En el área de estudio se conocen cuatro necks. Se trata de chimeneas de alimentación de presumibles centros volcánicos subaéreos de ~500 metros de diámetro promedio que, erosionados hasta niveles subvolcánicos, exhiben llamativas columnatas de disyunción por contracción térmica. Al norte de la estancia Glencross se ubican los montes Phillipi (385 msnm) y Domeyko (363 msnm), hacia el este el cerro Cuadrado (231 msnm) y el afloramiento Gay (180 msnm) mientras que más al sur, en territorio chileno, el Morro Chico (230 msnm) (Figura 1). Los tres primeros están emplazados al pie de la escarpa septentrional de la fosa, en tanto el último aflora al pie de la escarpa meridional (Figura 1). Su proximidad a las zonas de fracturación que limitan la fosa permite afirmar que las lavas ascendieron a la superficie en las áreas de actividad volcánica previsible, allí donde las condiciones distensivas favorecieron el ascenso del magma. La composición química de estos necks es basáltica subalcalina y andesito-basáltica con Hy normativo y algunas veces Q normativo (D´Orazio et al. 2001). Tres de ellos han sido objeto de dataciones radimétricas por 40Ar/39Ar sobre roca total: monte Philippi 8.5 ±0.1 Ma (Meglioli 1992), cerro Cuadrado 8.0 ±0.1 Ma (Meglioli 1992) y Morro Chico 8.21 ±0.08 Ma (D´Orazio et al. 2001), resultados que señalan un pulso magmático hacia fines del Mioceno. Puede estimarse entonces en 8 Ma la edad mínima de los eventos tectónicos que produjeron o reactivaron la fracturación distensiva causante de la fosa tectónica de la cuenca alta y media del río Gallegos. Sobre la prolongación de la zona de fracturación norte, dentro ya del área del CVPA se eleva la meseta basáltica de Bella Vista, actualmente disectada por la erosión en múltiples superficies (Figura 1). Estos basaltos datados en 8.67 ±0.15 y 9.16 ±0.08 Ma (Mejía et al. 2004) no sólo poseen una edad comparable a la de los morros Philippi, Cuadrado y Chico, sino que su composición química es también basáltica (con andesitas basálticas minoritarias) de carácter subalcalino o transicional con Hy y en ocasiones Q normativo (Corbella 1999), razón por la cual resultan más afines al pulso magmático mioceno que extruyó los morros del valle superior que a la de los basaltos y basanitas alcalinas plio-pleistocenos del CVPA. Este período de actividad tectónica y magmática ocurrió con anterioridad al englazamiento plioceno de Patagonia Austral. Los frentes morénicos tanto de englazamiento de tipo pedemontano como encauzado, algunos ubicados varios kilómetros valle debajo de los necks, son evidencia que reiterados flujos glaciarios desmantelaron los edificios volcánicos subaéreos y sus presumibles derrames lávicos hasta niveles subvolcánico(Figura 1). Por otra parte, el fallamiento activo y la formación de la fosa habrían condicionado el flujo de una parte del glaciar pedemontano que descargaba el manto de hielo de montaña de los Andes Patagónicos Australes, formando el amplio valle mediante erosión reiterada en cada uno de los eventos glaciarios ocurridos en la cuenca alta y media del río Gallegos durante el Pleistoceno tardío y medio.