PROGRAMA VOCAR

Más de veinte docentes de La Matanza participaron del taller experimental “Romper el hielo”

Valeria Edelsztein, investigadora del Consejo, dialogó con educadores para generar nuevas e innovadoras propuestas de construcción de pensamiento científico.


Romper esa barrera que a veces frena a los docentes para hacer experimentos y derribar el miedo de ir al laboratorio fue parte del desafío de la ronda de trabajo realizada en la Escuela Nro. 9 “María Eva Duarte”, ubicada en Villa Celina, partido de La Matanza.

Organizado por el Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con la guía de Valeria Edelsztein, investigadora del Consejo, docentes de Ciencias Naturales de escuelas de gestión pública de La Matanza realizaron experimentos con el fin de explorar el uso de materiales de laboratorio e incorporar el método experimental de una manera lúdica. “Es importante que ellos encuentren cuáles son sus dificultades, donde les resultó más complicado trabajar el tema y una vez que hagan los experimentos se sientan más confiados con sus alumnos en el aula”, remarcó la doctora en Química.

Asimismo, la investigadora hizo hincapié en la importancia del laboratorio como lugar ideal para que los alumnos se enfrenten con espíritu crítico a un problema, propongan ideas, construyan hipótesis, hagan predicciones, cuantifiquen, comparen, discutan, y saquen conclusiones.

Durante la actividad, los docentes se dividieron en tres grupos, cada uno con la misión de realizar un experimento. Uno fue hacer “Miki-Moco” para tratar de descubrir cuál es el componente que le da la elasticidad, otro de los experimentos fue para saber si la saliva rompe el almidón en partes más chicas y cómo detectarlo, y por último, analizar si las levaduras están vivas y porqué. Es decir, tratar de acercar a los educadores al método científico que utilizan los investigadores. Para ello, antes y durante el trabajo experimental plantearon qué es una hipótesis, qué significa contrastarla, qué es una pregunta investigable y cómo diseñar un experimento.

En referencia a la importancia del taller, Edelsztein, señaló que: “Hacer experimentos en el aula es un foco de motivación importantísimo. Mi expectativa es tratar de que metan la mano en la masa, literalmente, para que pierdan ese miedo, que conozcan más el material del laboratorio y que después se lo puedan transmitir a los chicos, que los docentes funcionen como replicadores. Un experimento es una excusa excelente para guiar a los alumnos en la construcción de estrategias de pensamiento científico”.

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