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El CONICET en la Noche de los Museos 2025

El Consejo estuvo presente en el Centro Cultural de la Ciencia y el Museo de Ciencias Naturales. Investigadores, becarios y personal de apoyo de los institutos de investigación del CONICET alojados en el Polo Científico Tecnológico brindaron exposiciones relacionadas a sus líneas de investigación.


El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) estuvo en una nueva edición de la Noche de los Museos con diversas propuestas de las que participaron miles de personas. En esta oportunidad investigadores, becarios y personal de apoyo de los institutos de investigación del CONICET alojados en el Polo Científico Tecnológico brindaron exposiciones relacionadas con sus temas de investigación en el Centro Cultural de la Ciencia (C3). Se trata del Centro de Simulación Computacional para Aplicaciones Tecnológicas (CSC, CONICET), el Centro de Investigaciones en Bionanociencias (CIBION, CONICET) y el Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBIoBA, CONICET-MPSP). En paralelo, el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN, CONICET) participó con sus colecciones habituales y se desarrollaron distintas actividades entre ellas mesas científicas con investigadores.

El CSC presentó dos actividades: “Cristales: orden atómico a simple vista” y “Energías renovables para un futuro sostenible”. La primera mostró un recorrido por investigaciones basadas en la simulación computacional de estructuras cristalinas y sus propiedades electrónicas. Los cristales son sólidos con una configuración atómica ordenada y periódica, y este orden determina sus propiedades físicas y químicas. Gracias a ello, tienen innumerables aplicaciones tecnológicas en electrónica, telecomunicaciones, energías renovables y catálisis. La segunda actividad abordó los avances y desafíos en la generación y conversión de energías limpias, junto con las fuentes renovables que impulsan la transición hacia un modelo energético más sostenible. El uso de la simulación computacional permite optimizar el aprovechamiento de estos recursos, mejorando la eficiencia y sustentabilidad de los sistemas energéticos del futuro.

El CIBION propuso varias actividades interactivas, entre ellas el desafío “Amarre Molecular: Biología estructural con AlphaFold”, que despertó gran interés entre los visitantes.En esta experiencia, los participantes ingresaban su nombre y el de otra persona en una aplicación web interactiva. Cada nombre se transformaba en una secuencia de aminoácidos, cuya estructura tridimensional era luego predicha mediante inteligencia artificial. El objetivo era explorar cómo estas estructuras podían interactuar, unirse o separarse, reinterpretando esos comportamientos como metáforas de las relaciones humanas: afinidades, roces, cooperación o distancia. Una propuesta divertida y creativa para descubrir cómo la estructura determina la función, incluso en la química del amor y la amistad.

Otra de las actividades, titulada “Ubicar la cola al chancho, pero con ciencia”, invitó a pensar en las proporciones del mundo microscópico. A través de pistas, comparaciones de escala y modelos visuales, los participantes pudieron estimar el tamaño del virus del dengue en relación con una célula humana. El juego propuso un desafío para la imaginación y el pensamiento científico, ayudando a comprender las dimensiones invisibles de la biología y a valorar la grandeza de lo muy pequeño.

Por su parte, el IBioBA contó con dos actividades: “El fascinante viaje de los estímulos entre las neuronas” y “Todo lo que usted debe saber sobre genética y sueño: ¿las moscas se parecen a nosotros?”. La primera se realizaron dos experiencias distintas para entender cómo viaja la información sensorial entre las neuronas. En la segunda, se habló sobre qué es el ADN, cómo se transmite esta información de padres a hijos, a través de lo que se ve y se expresa en la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster.

Asimismo, se realizaron experiencias de realidad virtual con la actividad “360° Como si estuviera ahí” una experiencia inmersiva a través de cascos de realidad virtual que dejan visualizar fragmentos de entrevistas y trabajos de campo de distintos investigadores del Consejo en 360°.También se presentó material sobre CONICET en las escuelas a través del Programa de Promoción de las Vocaciones Científicas (VocAr) del Consejo.

Estas actividades se llevaron adelante gracias a la sinergia entre los equipos de la Dirección de Relaciones Institucionales del CONICET a través del Área de Ferias y Exhibiciones, los equipos de los Institutos del Consejo y del Centro Cultural de la Ciencia.

En el MACN los visitantes encontraron diferentes recorridos y mesas científicas entre las que se destacó la exitosa campaña oceanográfica liderada por investigadores del CONICET junto al Schmidt Ocean Institute en el fondo del mar argentino, en la mesa “Misterios del cañón submarino Mar del Plata”. Luego, hubo un recorrido por el mundo de los anfibios con la mesa “Entre ranas y charcos” y un viaje a conocer el pasado del planeta con la mesa “Noche cretácica con la Paleocueva”. Finalmente en la mesa “¿A dónde va la basura plástica?” se invitó a los visitantes a reflexionar sobre el impacto ambiental de nuestros desechos. Otras propuestas incluyeron “Relación entre suelos y plantas”, “Los exploradores del pasado”, “Invasiones biológicas en ambientes acuáticos” y “Aventura microscópica: los protistas” en donde grandes y chicos se sorprendieron con los datos científicos más interesantes.