PREMIO L´ORÉAL

Una investigadora que defiende el trabajo en equipo y la investigación en el ámbito público

Doctora en Ciencias de Materiales, Silvia Ceré recibió una mención por su proyecto para desarrollar implantes ortopédicos y odontológicos más eficientes.


Su primera incursión en la carrera científica fue antes de terminar la licenciatura en Ingeniería Química en la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), con una beca para estudiantes avanzados. El tema de investigación era en corrosión, y se relacionaba con intercambiadores de calor. “Con esa experiencia me di cuenta de que me gustaba trabajar en grupo, y que prefería la investigación que la industria privada”, recuerda Silvia Ceré, Doctora en Ciencia de Materiales. Su trabajo en equipo fue tan lejos que ahora fue galardonada con una mención en la Edición 2014 del Premio L´Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” en colaboración con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), por la investigación titulada “Modificación en la micro y nano escala de superficies metálicas para fines biomédicos: materiales oseointegrables”, que lleva adelante como investigadora independiente de CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA – CONICET – UNMDP ) de la ciudad balnearia adonde estudió.

El trabajo busca realizar una modificación superficial en los materiales metálicos que se usan en prótesis óseas permanentes, de manera que estos metales modificados sean capaces de generar una unión buena con el hueso sin necesidad de usar cementos para adherir la prótesis al tejido óseo y al mismo tiempo hacerla más resistente a la corrosión en los fluidos corporales. “La idea es conservar todo lo posible el tejido óseo del paciente receptor de la prótesis y minimizar la migración de iones metálicos potencialmente tóxicos al cuerpo”, explica Ceré de manera didáctica.

La investigadora principal de CONICET está casada desde hace 24 años con un ingeniero, tiene un hijo de 19 y una hija de 16. Desde que sale del laboratorio, se dedica a ellos. Con los chicos va al gimnasio y con su marido a clases de yoga. “Son mis cables a tierra necesarios”, dice ella, aunque no niega que le gustaría tener más tiempo libre para salir a tomar algún café con amigas o estudiar algún idioma.

Para llevar adelante el trabajo de investigación, Ceré trabajó codo a codo con profesionales de los rubros de la ortopedia y la odontología que los nutrieron -y lo siguen haciendo- en cuanto a los problemas que encuentran en la práctica. Y desde hace más de 10 años, con el Servicio de Ortopedia y Traumatología de Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata. De hecho, Ceré ha asistido incluso a operaciones para ver cómo es el protocolo de colocación de una prótesis y poder hacer un material que se pueda adecuar también a una metodología operatoria posible.

El día de mañana, su proyecto puede llegar a tener un enorme impacto en la sociedad. ¿Por qué? En primer lugar hay que señalar que hoy en día, los problemas articulares afectan al 50% de la población de más de 50 años. Entonces, de prosperar, el resultado de este estudio reducirá el número de fallas de las prótesis, maximizará el reemplazo de los implantes y minimizará los costos de los tratamientos. “Las prótesis –señala Ceré- son de alto valor agregado en el mercado a la hora de poder ser comercializados y sería muy interesante que hubiera alguna industria nacional dispuesta a realizar el producto”.