IGEHCS   24394
INSTITUTO DE GEOGRAFIA, HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Mandamientos, terratenientes y misiones. La jurisdicción de Santa María del Oro - Indé en el siglo XVIII
Autor/es:
SARA ORTELLI
Libro:
Historia de Durango. La Nueva Vizcaya
Editorial:
Universidad Juárez del Estado de Durango
Referencias:
Lugar: Durango; Año: 2014; p. 454 - 471
Resumen:
El sistema de mandamientos consistía en el traslado de grupos de indios desde sus pueblos y misiones para trabajar por temporadas en ranchos, haciendas y minas. A lo largo del siglo XVIII se alzaron en la provincia de Nueva Vizcaya varias voces en contra de tal sistema, al que se responsabilizaba del despoblamiento de muchas zonas por las duras condiciones de trabajo que imponía. Al mismo tiempo, sus detractores argumentaban que impedía a los indios sembrar en sus comunidades en los tiempos oportunos, porque en las épocas de siembra y de cosecha se veían obligados a trabajar en los establecimientos españoles. Alrededor de 1740 los jesuitas describieron las graves consecuencias que acarreaban los mandamientos y enumeraron los abusos que terratenientes y mineros cometían amparados en ellos. Así, señalaron la pobreza de la dieta que se ofrecía a los trabajadores durante esas temporadas, los alojamientos inadecuados en los que se hacinaban, los días excesivos de trabajo y la remuneración en especie en lugar de efectivo. Para la segunda mitad del siglo XVIII el sistema de mandamientos se había abolido en Texas, Coahuila, Nuevo México, Sonora, Sinaloa y las Californias, pero seguía vigente en Nueva Vizcaya. Según Merino, esto respondía a que el resto de las provincias septentrionales contaban con mano de obra voluntaria suficiente como para no tener recurrir a sistemas coercitivos. En 1777 el gobernador Felipe Barri emitió una orden en la que se establecía la suspensión de los mandamientos en la provincia, pero la medida no se cumplió. De hecho, las leyes acerca del servicio personal nunca habían sido respetadas en la Nueva Vizcaya. En este último bastión del sistema de mandamientos no existía la voluntad de renunciar a los beneficios que representaba tal organización, ya que resultaba más lucrativa para los mineros y hacendados locales que el empleo de trabajadores voluntarios con pago en efectivo.