IGEHCS   24394
INSTITUTO DE GEOGRAFIA, HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
?De faros y pastores, de luces e irrintzis... ordenar la colectividad vasco argentina, 1880/1920?.
Autor/es:
MARCELINO IRIANNI; JON ANDER MARTINEZ RAMOS
Libro:
Laurent Dornel (Dir) Des Pyrénées á la Pampa. Une histoire de l émigration d´´elites, XIX-CC siécles. Pressen de Université de Pau et del Pays de l´Adour. Pau, 2013.
Editorial:
Université de Pau
Referencias:
Lugar: Pau; Año: 2013; p. 173 - 188
Resumen:
Víctor Mendizábal, junto a muchos otros vascos y navarros, formaron parte del fenómeno migratorio decimonónico y participaron de una u otra manera en el despegue económico de la Argentina en el concierto económico mundial. Si bien el colectivo vasco fue minoritario en el universo de los grupos étnicos que arribaron al Río de la Plata, su intervención no fue menor. Figuras importantes dentro del despegue argentino, su labor como pastores, transportistas o ganaderos en general, junto al desempeño de otros oficios vacíos como el servicio de hoteleria y comercios rurales, no menos indispensables para que los nuevos inmigrantes viniesen a paliar el déficit de mano de obra, los vascos se ganaron un lugar central en una foto imaginaria de mediados del siglo XIX, supieron encumbrar la figura del vasco a niveles épicos frente a sus coterráneos y dentro de la memoria colectiva. Esa base sería luego un trampolín fundamental para posicionar social y politicamente a los que progresaban económicamente y catapultar a los recién llegados, que utilizaban esas redes previas. Para fines de ese siglo, el Estado nacional argentino había dejado de batallar contra el interior y países vecinos, además de haber terminado el ?problema? del indio, y se ocupaba de organizar el territorio. Entonces, habían llegado `demasiados inmigrantes´, principalmente si pensamos que nadie abandonaba el puerto o en su defecto, la provincia de Buenos Aires. Entre 1890 y 1910, el ámbito rioplatense era un océano socialmente turbulento, donde arribaban inmigrantes en forma continua para encontrarse que los salarios no seguian creciendo indefinidamente en un mercado de trabajo con menos demandas. Los problemas de una Europa no menos convulsionada, expulsaban a playas americanas a anarquistas y socialistas, con experiencias en reclamos y luchas sociales. El conventillo fue el sitio donde imaginar algunos cambios e iniciar los reclamos (principalmente en 1907). En el puerto, los estibadores comenzaron a quejarse del tamaño de las bolsas, de la cantidad de horas trabajadas y de salarios magros para una Argentina granero del mundo. Algunas barcas quedaban ancladas allí y otras seguían camino hacia ríos interiores; las tormentas locales y un poblamiento inusual para aquellas aguas que no estaban preparadas para un movimiento irrepetible, convertían en peligroso el navegar cotidiano. El desempleo capitalino devino en una mutación de inmigrantes y nativos de estratos bajos en mendigos, algo nuevo para el sur de América. A ello se sumaba, peligrosamente, el arribo de trabajadores europeos con fuerte experiencia en reclamos sindicales, principalmente anarquistas españoles y polacos, además de comunistas y socialistas perseguidos en sus países. Mendizábal fue uno de los faros donde muchos de ellos encontraron la referencia para volver a ?encauzarse? y retomar la senda histórica por donde había transitado desde 1840 la colectividad vasca. Mendizábal, junto a Jaca Otaño, Errecaborde y otros euskaldunes que habían logrado progresar económicamente en el Río de la Plata, fueron un poco más allá de intentar encauzar la colectividad desde la altura, con sus irrintzis con formas constelaciones estelares que orientaran a sus paisanos. Entrado el siglo XX, comprendieron que era necesario reunir el rebaño -al menos el que pastaba en cercanías de la flamante capital-, para evitar que sus compatriotas cayesen en desgracia y con ellos la imagen de los vascos que tanto había costado construir