IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Araucanía - Norpatagonia. La territorialidad en debate
Autor/es:
MARÍA ANDREA NICOLETTI; PAULA GABRIELA NÚÑEZ
Editorial:
IIDyPCa
Referencias:
Lugar: Bariloche; Año: 2013 p. 315
ISSN:
978-987-28950-1-3
Resumen:
Este libro es el segundo tomo de los resultados de una iniciativa de encuentros iniciada en el 2010,con el objeto de construir conceptos para el análisis,la sistematización y la ampliación de la información disponible acerca de la dinámica regional del corredor. La primera iniciativa tuvo como idea central la presentación de un Proyecto de Investigación denominado "Cultura y espacio: contribuciones a la diacronización del corredor Norpatagonia Araucanía",bajo la dirección del Dr. Pedro Navarro Floria,que no sólo convocó a profesionales de distintas instituciones y disciplinas, sino que transformó este proyecto en un espacio de debate ampliado a modo de Taller, que pusiera en contacto a quienes trabajaban en temáticas similares a uno y otro lado de la Cordillera. Otra de las características novedosas fue la modalidad implementada, en la que trabajó el grupo de investigación, con la lectura y análisis de propuestas, trabajos y organización del Taller. Este espacio desestructurado y reflexivo, rompió la clásica modalidad de presentación de ponencias y ausencia de debate, que caracteriza a muchos de los Congresos,simposios y seminarios, en los que solemos presentar los investigadores nuestros resultados, sin desmerecer por ello estas útiles y fecundas estructuras de encuentro. La innovación de estos Proyectos y Talleres binacionales, ha sido a nuestro juicio, la construcción de herramientas conceptuales a partir de la presentación de estudios de casos argentino- chilenos, que nos permitieron advertir la dinámica de los procesos, las matrices comunes, las construcciones socio económicas y las raíces de nuestro pasado común. Si algo advertimos en estos encuentros fue que el debate abría matices, desestructuraba conceptos y construía otros nuevos. La publicación que antecede a estos resultados,"Cultura y espacio: contribuciones a la diacronización del corredor Norpatagonia Araucanía", editada en el 2011 y dirigida por Pedro Navarro Floria y Walter Delrio, es el punto de partida de un debate sostenido entre investigadores de diferentes procedencias disciplinares, institucionales y nacionales, convocado por la necesidad de generar espacios de discusión que abrieran múltiples perspectivas. En la diversidad, compartimos un punto en común: analizar el pasado desde el presente que nos interroga y el que tensiona las reflexiones sobre matrices comunes, procesos paralelos y resultados particulares. De allí, compartimos la hipótesis sobre un proceso en constante actualización que identificamos como un momento en la dinámica de larga duración, cuya dimensión diacrónica es posible e importante identificar, caracterizar, problematizar territorializar, para dar respuesta al presente que nos interroga en la aplicación de políticas, delimitación de espacios, modelos económicos y dinámicas sociales en uno y otro lado de la cordillera. Como resultado del II Taller Binacional, se compiló una obra que fue el resultado del proyecto PI-UNRN 40-B-128, "Cultura y espacio: contribuciones a la diacronización del corredor Norpatagonia-Araucanía", dirigido por María Andrea Nicoletti y Paula Nuñez, en el Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio (IIDyPCa) de la Universidad de Río Negro, durante el mes de abril del 2011, en San Carlos de Bariloche. En esta segunda obra, la mirada se amplía en un ejercicio comparativo que suma la diversidad geográfica a la pluralidad ya mencionada. De hecho, la reflexión del corredor como espacio fronterizo, ha permitido el aporte de otros espacios situados en los límites márgenes nacionales, así como el reconocimiento de una variedad de lógicas de integración. Las jurisdicciones se multiplican y superponen a lo largo del tiempo, tensionando el imaginario de una idea uniforme y fija de Nación, a la luz de una pléyade de procesos diferenciados donde lo "argentino" y lo "chileno" se descubren como "etiquetas" e "identidades impuestas", parafraseando a Lidia Nacuzzi, con una amplia diversidad. Los resultados que se presentan son, desde aquí, la antesala a nuevas preguntas y el punto de partida de reflexiones superadoras. Entre los avances que se encuentran en las páginas y que fueron fruto del intercambio en el II Taller, queremos destacar, como uno de los resultados sobresalientes, la cantidad de escritos llevados adelante en forma binacional, esto es, con autores procedentes de ambos lados de la cordillera reunidos en un ejercicio de reflexión mancomunado, que surgieron de forma libre y espontánea. Ya en relación a la estructura de la obra, el/ la lector/a se encontrará con cinco ejes temáticos, cada uno de los cuales contiene la propuesta de los/ as autores/as, una reflexión de un/a comentarista, y las replicas de los/as autores/as que decidieron dar una respuesta a la propuesta de reflexión sugerida. Cada comentarista eligió la modalidad para hacer una lectura general interrelacionando los trabajos de cada eje, o bien analizar cada trabajo por separado. Esta modalidad se adoptó como una forma de marcar el carácter inacabado de las líneas de trabajo. Cada capítulo inaugura preguntas al tiempo que se constituye en un avance. Algunos permiten caracterizar presupuestos, e incluso se puede encontrar tensiones en el conjunto de reflexiones que se agrupan, de allí la modalidad de proponer dar respuesta a los comentarios, que aún sin ser tomada por todos/as los/as autores/as, permite recorrer la modalidad de reflexión permanente que se trata de diseñar. En el eje 1: "Construcción del espacio: sociedad, naturaleza, hábitat y conservación", la coordinación estuvo en manos de Liliana Lolich y Laila Vejsbjerg, con el objeto de partir de una mirada geográfica ampliada que interrogara los límites y permitiera resignificar los espacios en construcciones territoriales. Desde tres trabajos se habilita la aproximación a la multiplicidad de formas de reconocer el dinamismo de la frontera. El primer trabajo, redactado por Jorge Tomasini y Alejandro Benedetti, se ubica en el norte de ambos países y se titula "Relaciones prohibidas, relaciones admitidas. El Paso de Jama y la cuestión de la integración argentino-chilena en Atacama". En el mismo se muestra el modo en que la frontera aparece como un límite cerrado como resultado de decisiones políticas. Estas no resultan inmediatamente de la declamación legal de los cierres, sino de la efectiva instalación de políticas ajenas al dinamismo de intercambio construido con los años. El eje sigue, hacia el sur, y se detiene en la región central de la frontera, donde Gabriela Pastor y Cecilia Raffa, reconocen el dinamismo en una reflexión titulada "Huellas de relatos y discursos en movimiento. Los patrimonios emergentes de las casas de postas en la encrucijada metropolitana de Mendoza". Los sitios de descanso van mostrando las pautas del dinamismo de intercambio, entre los que se pierde la idea de frontera como cierre. Los modos de los traslados dan cuenta de notables permanencias, aún en períodos donde se exacerbaban los antagonismos nacionalistas, como parte de la política pública de ambas naciones. El cierre de este conjunto de reflexiones, toma la referencia más sureña, directamente instalada en el corredor, que tiene como particularidad el ejercicio de redacción conjunta entre investigadores/as a ambos lados de la cordillera, como son Liliana Lolich, Gian Piero Cherubini, Laila Vejsbjerg, y Hugo Weibel, reunidos en el trabajo titulado "Estado y Paisaje. Estudio comparativo de la arquitectura hotelera desde una perspectiva binacional". La referencia arquitectónica apela a la construcción de dos hoteles, símbolos de desarrollo y del establecimiento del turismo como impronta del desarrollo local. Es interesante el modo en que se observa como los Estados fueron apropiándose y reconstruyendo el paisaje en tensión a los procesos culturales que se venían llevando adelante. En esta región, la de montañas más bajas y valles más profundos, el intercambio se percibe detenido. En conjunto, los tres trabajos, ponen a la luz la decisión diferenciada de construir frontera. Los dinamismos de intercambio responden a patrones locales que, paradójicamente, apelan a ideas nacionales de relación las que se consolidan en forma diferenciada en cada uno de los paralelos. El segundo eje: "Formaciones territoriales y fronteras" coordinado por Walter Delrio, permite avanzar en las tensiones detrás del concepto de frontera y en la complejización de los modos en que el Estado y la Nación se configuran en las regiones de frontera fronterizas. El primer trabajo que se presenta "Frontera, globalización y desconstrucción estatal: hacia una Geografía política crítica", redactado por Alicia Laurín y Andrés Nuñez, avanza conceptualmente en el problema, con una mirada tensionada desde el actual proceso de globalización. Este artículo inaugura preguntas que se recorren desde el resto de las propuestas, tales como, el modo en que la región se fragmenta en dinamismos que permiten pensarla como un espacio dividido a partir de los relatos que cada una de las naciones proyectó sobre los territorios. Es la apropiación estatal, la resignificación del paisaje en los términos ideados por un Estado complejo, que se reconoce dinámico y cambiante en los escenarios de frontera. El trabajo de Marcela Tamagnini y Graciana Pérez Zavala, "Estado y Frontera de los límites imperiales a la frontera interna", abre la reflexión a la constitución colonial de las fronteras territoriales, donde esa marca entre lo considerado externo o interno operaba como artefacto disciplinador de las poblaciones internas. La descripción de esa "exterioridad", y la lectura de un territorio como diferencia, es lo que se indaga el escrito de Alberto Pérez, Georgina Erra y Verónica Reyes: "Economías mixtas de la Patagonia Noroccidental argentina y centro sur de Chile". Este trabajo va evidenciando un proceso de construcción del paisaje, que incluso se opone a los registros materiales, pero que sirve de argumentación para legitimar el avance militar sobre el territorio. En línea con la edificación de lo que Núñez y Laurín presentan bajo la figura de "geografías de poder", los artículos de este eje dan cuenta de la estructuración que se desprende de la descripción geográfica seleccionada. En el propio paisaje se referencia la lógica con que el Estado propone la apropiación del espacio, que plantea iniciativas cambiantes, tal como se reconoce en el trabajo de Susana Bandieri "Cuando las fronteras fueron límites: El incremento de la penetración estatal en la Patagonia argentina". Este eje permite reconocer las tensiones abiertas por las políticas establecidas desde una Nación que se define por procesos exógenos a las regiones de frontera. La frontera misma ilustra las paradojas de políticas diferenciadas, donde lo declamativo no necesariamente se liga a políticas efectivamente instaladas, y donde lo nacional erosiona muchas veces las particularidades de lo local. El eje tres, coordinado por Paula Núñez y Alfredo Azcoitía: "Construcción socio política en Norpatagonia", se inscribe en el proceso de intercambio argentino-chileno en el territorio que nos ocupa, en una temporalidad que, en dos trabajos, recorren desde los intercambios de principios de siglo XX hasta los años ´60. El primer artículo, de Laura Méndez y Jorge Muñoz, "Capitalismos en pugna. La Norpatagonia argentino chilena, 1895-1920", va a profundizar en la compleja trama de intercambios de la zona de los lagos. El reconocimiento de los intereses privados, mezclados en la constitución de la política pública permite reconocer las aperturas en las tramas de organización que se materializan sobre el espacio. Ya más adelante en el tiempo, y pasando por las décadas del ´30 y ´40, que se han indagado en la obra que precede a este libro, Paula Nuñez y Fabián Almonacid, avanzan en una comparación de la política nacional en la década del ´50, en el capítulo "Nación y región en la década del 50´. Una mirada comparada sobre la integración de la Patagonia andina en Argentina y Chile". Ambas propuestas analíticas dialogan con el eje precedente, puesto que la reflexión vuelve a circular en el sentido de Nación que construye el Estado en la frontera. La particularidad de estos escritos es que agregan un acento en lo económico que interpela las agencias políticas reconocidas y problematizadas en el capitulo anterior. El cuarto eje gira en torno a las dinámicas de poblamiento. Coordinado por Maximiliano Lezcano y Adam Hajduk el trabajo "Movilidad humana e intercambio", permite un reconocimiento de la movilidad desde dos perspectivas y dos temporalidades:, la primera, en relación a los procesos de intercambio pre-estatales, en diálogo con los registros materiales que dan cuenta del mismo. La segunda, vinculada a los procesos de intercambios recientes, permitiendo una caracterización de algunos de los aspectos que emergen al revisar el intercambio y la integración. El primer trabajo de este eje corresponde a Giovanna Salazar Siciliano y Mónica Berón, "Diacríticos identitarios en las relaciones transcordilleranas. Circuitos económicos sociales y culturales entre el centro de Argentina, centro-oeste de Neuquén y la Araucanía chilena". Este trabajo resulta significativo por la síntesis metodológica que las autoras construyen para reconocer los rastros materiales del ejercicio de intercambio, pero más allá de eso, subraya la vigencia de la pregunta por la integración transcordillerana en períodos previos a la configuración de los Estados argentino y chileno. Las autoras incorporan el reconocimiento de los diacríticos en el relato históricamente establecido, que ellas definen como: "Una variedad de barreras naturales como cadenas montañosas o grandes ríos que han sido vistos como fronteras en el sentido de que separan entidades sociopolíticas diferentes y eventualmente antagónicas". Es esta geografía simbólicamente estructurada lo que se pone en tensión a lo largo de toda la obra, desde los registros arqueológicos que dan cuenta de un intercambio que involucraba incluso espacios pampeanos, pasando por la construcción de una noción de frontera heredera de patrones coloniales, como se reconocía en el eje dos para la zona cordobesa, y avanzando en dinámicas narrativas legitimadoras del proceso de conquista y disciplinamiento estatal que, ya entrado el siglo XX, se va naturalizando. La profundidad de la matriz de disciplinamiento geográfico es vasta, de allí la importancia de ir revisar, y poner en diálogo, la pluralidad de estudios provenientes de distintas disciplinas. Es este entramado histórico el que nos lleva a recorrer en los artículos que siguen las líneas que tensionan hacia el presente. Por un lado, Brígida Baeza, indaga sobre la particularidad de la migración de en la costera localidad de Comodoro Rivadavia con el trabajo "Subalternidad, diferenciaciones e identificaciones de grupos de migrantes limítrofes. Fronteras internas y marcaciones en el caso de Comodoro Rivadavia". Esta ciudad petrolera ha sido un núcleo de atracción de una compleja red de migrantes de países limítrofes que Baeza caracteriza desde las dinámicas de trabajo que contienen a los grupos migratorios en las particularidades del entramado social de esta localidad. Sin pretender avanzar en una generalidad, el artículo permite una comparación con otras tantas localidades patagónicas, altamente receptoras de migrantes, y atravesadas por el reconocimiento geográfico mencionado, donde lo externo, si proviene de grupos subalternos genera xenofobia y discriminación. Es en este punto donde la articulación que proponen Brenda Matossian y Hugo Marcelo Zunino en "Migración reciente a Centros Turísticos de Montaña en la Norpatagonia Chileno-Argentina", incorpora una nueva faceta a la complejidad. La migración que ellos reconocen por "amenidad" o "estilos de vida", adquiere permisos y visibilidades notables en un escenario disciplinado desde la geografía. En estos trabajos se puede reconocer el impacto actual de las estructuraciones revisadas en los capítulos precedentes, quiénes son vistos como los habitantes adecuados, quiénes como los necesarios, o los necesarios e inadecuados, o incluso los simplemente inadecuados; lo que nos remite a una profunda trama narrativa donde lo nacional se teje con consideraciones racistas, clasistas e incluso sexistas, aunque esto último no sea un tema especialmente trabajado en la presente obra. La permanencia de una narración de larga duración, donde aún es un desafío el desmantelar la idea de la cordillera como frontera natural, abona la idea de la importancia de pensar la región desde estudios argentinos y chilenos. La integración aparece como una práctica permanente, pero tensionada desde argumentaciones que discuten los encuentros sociales desde geografías que se representan como antagónicas. La sucesión de escritos hasta este punto permite reconocer, por una parte la artificialidad de ese discurso, y por otra, la materialidad del mismo en las políticas públicas y lógicas de integración social que pueden reconocerse. Frente a esta diversidad, el quinto eje suma un elemento que no siempre se considera, el factor estructurante proveniente de las prácticas religiosas. La sobredeterminación de lo estatal aparece revisada en este apartado, frente a la Iglesia como una agencia generadora de sentidos, presente en un territorio a construir. Ana Albornoz y María Andrea Nicoletti fueron las responsables de guiar los trabajos en el eje que denominaron "Agencias religiosas en el territorio binacional". El primer artículo que se presenta "De Chiloé al Nahuel Huapi: nuevas evidencias materiales del accionar jesuítico", elaborado por Adam Hajduk, Ana Albornoz, Maximiliano Lezcano y Graciela Montero, retoma la importancia de una agencia no siempre visible. Más allá de los conocidos relatos, estos autores avanzar en los registros materiales y las hipótesis que permiten pensar el sentido del accionar jesuítico en la región. Las tempranas referencias a la importancia que la Iglesia católica le da a la región se profundizan en las disputas jurisdiccionales entre lo eclesial y lo estatal. Marisa Malvestitti, a través de su artículo, "Fronteras lingüísticas en Tierra del Fuego", caracteriza el modo en que la incorporación lingüística, y al mismo tiempo, el reconocimiento de las lenguas, operaron de modo que desde lo estatal se permitiera el establecer límites definidos entre pueblos indígenas y familias lingüísticas. La autora observa en las agencias religiosas, tanto anglicana y relacionada con la lengua inglesa, y la católica, vinculada con la lengua castellana, promovida desde estados nacionales que comparten una isla, los espacios de caracterización y diferenciación que legitimaron la dura colonización del territorio fueguino. Este trabajo se complementa con el de Carolina Oddone Correa y María Andrea Nicoletti que revisan en "Estado y misiones: compartir, disputar y construir el espacio misionero en un territorio binacional. Las misiones salesianas en Tierra del Fuego, fines del siglo XIX y principios del siglo XX", las disputas entre las agencias eclesiales y estatales. Es en este artículo donde emerge con claridad la tensión entre ambas agencias, que apelan a diferentes lógicas de reconocimiento y legitimación para sí mismas y para el territorio, y que se instalan en el espacio patagónico, llenando de sentidos alternativos la región que se va configurando según las narraciones que se van proponiendo y habilitando. Las autoras revisan este proceso en uno de los escenarios en que las diferencias juegan con mayor profundidad y tragedia, el límite de todo, la frontera de la frontera, la región de Tierra del Fuego. Y desde este punto, toda la Patagonia se resignifica. Las tensiones entre las agencias salesiana, la Iglesia católica y los Estados forman una triangulación de poder que reconfigura los espacios fueguinos desde la misma matriz de subalteridad de los pueblos originarios. La fuerza de la diferencia y de la distancia puede reconocerse en los espacios particulares que se estudian a lo largo de los diferentes capítulos. La impronta estatal de una región asumida como ajena, construida como antagónica en torno a los límites nacionales, y subordinada a los tiempos y formas de los espacios centrales es una idea recurrente, que paradójicamente se vincula a un intercambio sociocultural permanente en el tiempo pero invisible en buena parte de la política pública. La obra que se presenta intenta ser un paso en el avance hacia una idea de integración argentino-chilena, para desmantelar las trampas narrativas de larga duración, que posicionan a los estudios binacionales en un sitio de relevancia para que los problemas de este presente que nos inquietan interroguen al pasado. Este texto no hubiese sido posible sin el entusiasmo y el compromiso de cada uno de los autores a quienes agradecemos su participación y estimulamos su continuidad. Los comentaristas se sumaron para devolvernos una mirada integradora, constructiva y respetuosa del trabajos de sus colegas. A ellos les agradecemos este doble esfuerzo de incorporación y análisis. Finalmente queremos hacer visible el trabajo de equipo de todo un año y medio de reuniones, intercambios de correo, lectura conjunta y lecturas detalladas y minuciosas de los coordinadores. Estas reuniones, donde se debatían los trabajos que llegaban a nuestras manos y se diseñaban y re diseñaban los ejes y las propuestas, funcionaron como pequeños talleres de trabajo que nos nutrían y originaban nuevas ideas. Coli Lai fue quien mejor interpreto como darle forma, organizarlo y editarlo y puso mucho de su tiempo y esfuerzo para ello. Más allá de la idoneidad académica, la calidad humana de cada uno de nuestros compañeros del Taller: Adam Hajduk, Maximiliano Lezcano, Ana Albornoz, Walter Delrio, Alfredo Azcoitía, Liliana Lolich y Laila Vesberj, fue la que puso de relieve el compromiso de un trabajo, que tras la desaparición física de su creador, podría haber quedado trunco. Ellos/as con empeño y seriedad apoyaron la continuidad de este sueño por el que Pedro tanto trabajo: la integración de los estudios chileno argentinos.