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El culto mariano como conformador de matrices identitarias, nos permite analizar las tensiones producidas en un espacio socialmente construido a través de un derrotero sagrado como es el culto a la Virgen María. Es posible entonces, construir una cartografía, en el sentido de Grossberg (1992), que tenga en cuenta la devoción mariana imbricada con la diversidad cultural de cada región, para comprender el fenómeno devocional a través de las realidades socio políticas que lo rodean y los efectos que ocasionan en su pluralidad de manifestaciones culturales. Desde esta perspectiva, nos proponemos estudiar la historia de la ciudad de Bariloche en relación con su culto mariano, para observar como la Iglesia de la ciudad ha sostenido, reflejado, configurado y resignificado, mediante distintas estrategias institucionales y cultuales, la influencia del imaginario mariano sobre las identidades individuales y colectivas, así como su estrecha relación con la legitimación del poder religioso como factor político en diálogo con los procesos locales gestados desde otros órdenes administrativos. Además observamos que las diferentes advocaciones marianas en Bariloche y su culto construyen territorialidad "a través de las formas en que los grupos sociales se identifican y manifiestan sus solidaridades mediante el espacio en general y el espacio regional?. Esta construcción se realiza mediante ?las formas en que se construyen los sentimientos de pertenencia al lugar, con los modos elegidos por los grupos sociales para reivindicar sus formas de organización del espacio o su pertenencia a los lugares (y con) la dimensión simbólico-conceptual del territorio (Benedetti, 2011:66), en clave de la particularidad de la ciudad lacustre, que vista desde esta perspectiva permite ampliar la comprensión de la dinámica interna de la organización urbana.