IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
?Derribando? montañas y desiertos en la Patagonia argentina. La naturaleza y el paisaje como frontera disciplinadora
Autor/es:
PAULA GABRIELA NÚÑEZ
Lugar:
Los Cocos
Reunión:
Congreso; XXV JORNADAS DE EPISTEMOLOGÍA E HISTORIA DE LA CIENCIA y IX ENCUENTRO DE FILOSOFÍA E HISTORIA DE LA CIENCIA DEL CONO SUR; 2014
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Córdoba - AFHIC
Resumen:
Resumen corto El presente escrito indaga en la construcción de la idea de naturaleza a partir de un estudio de caso. La región del Nahuel Huapi fue caracterizada de diferentes maneras, evidenciando sentidos contrapuestos en la interpretación de aquello considerado como naturaleza. En el presente estudio se realizará un recorrido sobre el modo en que se proyectaron determinadas nociones de naturaleza, asociadas con la apropiación territorial de los Estados argentino y chilenos en el siglo XIX, avanzando hasta la concreción del Parque Nacional Nahuel Huapi, en la década del ?30, evidenciando su conexión con procesos de disciplinamiento territorial y social. Resumen ampliado La noción de naturaleza, como antagónica a lo humano, es uno de los pilares del pensamiento moderno. Esto ha sido largamente problematizado desde reflexiones filosóficas, históricas, antropológicas, entre las múltiples disciplinas que discuten el esencialismo de la diferenciación. El presente artículo va a recorrer una de las consecuencias de la proyección de estas nociones de modernidad en uno de los espacios fronterizos de Argentina, la norpatagonia andina. Uno de los primeros aspectos a mostrar va a ser la existencia de una confusión estratégica en los límites entre la naturaleza y la humanidad, en el proceso de decimonónico de conquista de los sures chileno y argentino. En la dinámica de apropiación estatal del territorio, se puede reconocer que el progreso que se busca establecer deja de lados aspectos de humanidad vinculados a la diversidad cultural, ocultando dinámicas racistas de desarrollo y situando en el sitio de naturaleza, al peligro, la incertidumbre, los pobladores originarios y, con el avance del siglo XX, a los habitantes que planteen disputas políticas. Lejos de buscar avanzar en el detalle histórico de los procesos, en el presente artículo se busca recorrer el modo en que la noción de naturaleza, legitimada desde la trama científica abocada al conocimiento biológico, operó como base de la estructura social desigual. En el caso de la norpatagonia andina, esto nos lleva a revisar uno de escenarios emblemáticos de los concebidos estatalmente como naturaleza, esto es, el del primer Parque Nacional de América Latina, en la región del Nahuel Huapi. A lo largo de la presente reflexión, se explora un argumento de disciplinamiento vinculado a la interpretación del paisaje en un escenario donde el entorno emerge reducido a lo biológico. Desde esta metáfora se plantea la idea de un destino prefijado vinculado a esa determinada interpretación del entorno. La elección del sitio particular para avanzar en estas consideraciones se debe a que la región del Parque Nacional Nahuel Huapi, con la localidad de San Carlos de Bariloche, y la región de estepa aledaña, desde fines del siglo XIX hasta la década de 1920, conformaron un sitio productivo conjunto, que involucraba a la región chilena, y marina, de Osorno y Puerto Montt. Esta estructura productiva se apoyaba en la visión de progreso postulado en el ejercicio de la conquista, que ligaba el crecimiento al establecimiento es producciones agropecuarias. El cambio de esta visión, asociada a una de las mayores crisis que se generan hacia el espacio, permite reconocer una modificación en la noción de naturaleza, que permitió pasar del ideal de una colonia agrícola hacia un Parque Nacional ?intocado?. Esto, por una parte, deja explícito el nivel de construcción detrás de la idea de naturaleza. Pero por otra evidencia un alto nivel de disciplinamiento, apoyado no sólo en una política, sino en la legitimación de un modo de conocer, lo cual nos ponen de frente a la necesidad de indagar el reconocimiento de lo biológico a la luz de los procesos sociales que se desencadenan en los ejercicios de apropiación territorial. Para el área que nos ocupa, y sobre todo a partir de la década del ?30, la variedad de interpretaciones sobre un paisaje asumido casi como uniforme en el período previo, se liga con nuevas lecturas jerárquicas sobre la organización social. Las mismas se encontraron atravesadas por las modalidades que tanto el Estado Nación de Chile como de Argentina fueron postulando para las distintas regiones. Pues a partir de los ?30 se desmembraron vinculaciones transcordilleranos en un ejercicio de re-esencialización del paisaje.