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En este trabajo vamos a tratar las relaciones entre el ?parentesco? y los procesos de comunalización mapuche-tehuelche a partir de los trabajos de campo realizados en la Patagonia argentina por las autoras. Entendiendo que el parentesco --como un modo de nombrar determinados procesos de relacionalidad-- ha ido cambiando a través del tiempo, los sentidos de pertenencia e identificación que éste fue poniendo en foco, también se vieron modificados. El parentesco movilizó dimensiones afectivas, políticas y cognitivas diferentes en distintos momentos de la historia y en diversos contextos geográficos. Asimismo, el parentesco es también una arena de disputas, en la que intervienen definiciones enunciadas desde epistemologías y lugares sociales asimétricos. En la Patagonia, la radicación de las comunidades en un determinado espacio territorial entre fines del XIX y mitad del XX ?post-campañas militares de los estados argentino y chileno contra los grupos indígenas-- se llevó a cabo a partir del reclamo de un jefe de familia/s ante las administraciones públicas. Este momento específico de negociación de las tierras de una comunidad, fijó la idea no sólo jurídica sino también académica y de sentido común de que el parentesco es igual a una tribu entendida como patrilinaje. A través de las memorias y las prácticas de familiarización de las personas que se reconocen como mapuche-tehuelche identificamos cambios y resignificaciones de la noción de parentesco a través de una historia de larga duración. Las prácticas denominadas parentesco, no sólo han cambiado sus formas de apego y de estrategia a través del tiempo, sino que también han sido objeto de reflexión y creatividad como proyectos de vida en distintos momentos de la historia.