IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La Virgen del Nahuel Huapi o de los Puelches y Poyas: la controversia sobre su imagen en San Carlos de Bariloche
Autor/es:
NICOLETTI, MARÍA ANDREA
Lugar:
CABA
Reunión:
Simposio; IV Simposio Internacional sobre Religion, cultura y poder; 2012
Institución organizadora:
Grupo de Estudios sobre Religiosidad y Evangelizacion (Instituto Ravignani, Facultad de Filosofia y Letras, UBA)
Resumen:
En el año 2003, el diario Río Negro publicó la noticia del hallazgo de la Virgen que entronizó el Padre jesuita Nicolás Mascardi en 1672 en la Misión Nahuelhuapi (1670-1717), en la Iglesia de Achao de Chiloé. La identificación de la Virgen de la misión con la Virgen de Loreto de Achao fue certificada por dos investigadores: Carlos De Mendieta de ciudad de Villa La Angostura (Neuquén) y el director del Museo Histórico de Chiloé, Renato Cárdenas (Diario Río Negro, 21/2/2003). La investigación que sostiene esta certificación fue publicada en el libro de Carlos de Mendieta La Misión Nahuel Huapi (1670-1717) en el 2005. Una réplica de esta Virgen de Loreto de Achao, supuestamente la Virgen de Nahuel Huapi o de los Puelches y Poyas, fue llevada a la Catedral de Bariloche en junio del 2003, iniciándose con esta imagen las peregrinaciones lacustres. La Virgen del Nahuel Huapi, patrona de la cuidad, se resignifica en la imagen de la Loreto como la Virgen de los Puelches y Poyas, pueblos originarios de la comarca del Lago, generando una nueva identificación con las raíces de la cristiandad colonial en una Iglesia joven como la barilochense. Por ello, la réplica fue despojada por decisión del Obispo de Bariloche de sus atributos reales para que reflejara la pobreza del pueblo barilochense. La publicación del hallazgo de Achao, generó disputas y polémicas en torno a la veracidad de la imagen de la Virgen de Loreto de la isla. En las ciudades del lago Nahuel Huapi, Bariloche y Villa La Angostura, los investigadores locales y el clero, polemizan sobre la veracidad de este descubrimiento y sobre la imagen misma.  En esta primera aproximación al estudio de la Virgen del Nahuel Huapi o de los Puelches y Poyas, pondremos como centro la controversia generada por el hallazgo de la imagen y las resignificaciones identitarias que se plasman en torno a sus advocaciones. Nos encontramos ante un caso donde “la existencia de las imágenes realizadas en ciertas coordenadas temporales del pasado y que  han sobrevivido a muchas generaciones nos enfrenta regularmente con el anacronismo y con la complejidad de los desplazamientos y ensambles que los tiempos históricos plasman –muchas veces sobre ellas” (Fogelman, 2011:179). Para ello, revisaremos las fuentes coloniales sobre la Virgen en las misiones del Nahuel Huapi (1670-1717) en torno a la advocación, la imagen de bulto y su destino. Tomando la consideración de Freedberg, podemos observar como alrededor del rescate de la imagen de la Virgen tras los incendios de la misión, la imagen trasciende su aspecto material en una representación dotada de poder por su consagración como imagen religiosa y por las controversias generadas en torno a su hallazgo (Freedberg: 1992:118). El paso siguiente es analizar cómo esta controversia resulta el epicentro de una construcción mariana, en torno a su apropiación social y su representación transitiva y reflexiva (Marin,1996:80). Esta controversia se dirime en posicionamientos discursivos locales en torno a la imagen hallada en tanto  representación religiosa ligada a una creencia que la convierte en certeza (De Certeau,1996:89). Para ilustrar esta idea tomaremos como ejemplo los paneles que se exponen en el atrio de la Catedral de Bariloche, que ilustran la historia de la diócesis y la Virgen del Nahuel Huapi y el descubrimiento de la Virgen de Loreto de Achao como la Virgen de los Puelches y Poyas. Los paneles con sus fotos, escritos e ilustraciones, nos permiten establecer una contraposición discursiva que oscila entre la identificación del Bariloche lacustre y turístico, con el de las raíces coloniales de la evangelización de los jesuitas a los pueblos originarios. Esta advocación construye una representación de la cristiandad patagónica, con una historia de tres siglos en una diócesis de tan sólo veinte años que refuerza una identidad social fragmentada entre lo aborigen y lo europeo. Identidad que reproduce una carga de sentidos, estableciendo el modo de relación de los distintos grupos sociales locales y de las prácticas en torno a la devoción (Fogelman, 2011: 183). La controversia también se replica en las distintas  advocaciones mencionadas por los investigadores locales, que se cristalizan en su hallazgo y en la transmisión de un mensaje concreto: las raíces de una evangelización signada por el martirio y una carga de sentidos específicos en torno a la recuperación del pasado y la construcción de la identidad social local. La Virgen construye una representación en tensión entre el hacer y la creencia (Chartier 1996: 88-89),  y pivotea en relación a los ejes temporales que atraviesa: en tiempos coloniales como símbolo del poder de la Corona y la Iglesia y en tiempos recientes, como repositorio de memoria colectiva.