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Las porfirinas al igual que los xantenos son grupos de moléculas que se denominan sensibilizadores fotodinámicos por su capacidad de absorber un amplio rango del espectro de luz pasando a un estado singulete excitado. Los diferentes caminos de desactivación de estas moléculas activadas llevan a la generación de especies reactivas de oxígeno que producen distintos niveles de citotoxicidad. La adición de Hematoporfirina IX (HP) en el alimento larval provocó una importante mortalidad durante el desarrollo postembrionario de Ceratitis capitata (CL50= 0,12 mM), de Drosophila melanogaster (CL50= 0,09 mM), y de la mosca de los cuernos Haematobia irritans. HP resultó casi tres veces más tóxica que el xanteno Floxina B (FB) (CL50= 0,46 mM). Principalmente, HP provocó gran mortalidad durante la etapa de dispersión de la larva y las primeras 72 h luego del comienzo de la metamorfosis. HP generó especies reactivas de oxígeno en el sistema digestivo larval, y en muchos casos en el ganglio cerebral. Asimismo, se determinó que las larvas alimentadas con HP y FB generan quimioluminiscencia significativamente mayor que los controles sin fotosensibilizador, sugiriendo la presencia de lípidos peroxidados. Además, en larvas alimentadas con HP, el contenido de dienos conjugados y la producción de MDA también se encontró incrementado respecto de los controles. Los resultados obtenidos demuestran que HP resultó más efectivo que FB y que la muerte se debería principalmente al daño producido a nivel de lípidos