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Hace poco más de una década se descubrió que en sedimentos sumergidos existen bacterias capaces de conectarse eléctricamente con un electrodo polarizado. Esta conexión permite colectar en el electrodo los electrones provenientes del metabolismo bacteriano. La aplicación de éste descubrimiento al desarrollo de celdas de combustible microbianas fue inmediata y permitió avanzar en la producción de energía eléctrica a partir de la degradación bacteriana de materia orgánica. Uno de los interrogantes que despertaron más interés tendiendo al desarrollo de esta tecnología, fue el referido a los mecanismos moleculares por los cuales las bacterias logran la conexión. Gracias a la aplicación complementaria de técnicas microbiológicas, electroquímicas y espectro-electroquímicas, al día de hoy se conocen algunas de las vías de conexión y las limitaciones a la producción de corriente eléctrica por biofilms de los estas bacterias. Los descubrimientos realizados permiten además pensar en otras aplicaciones y abren un variado espectro de oportunidades para el desarrollo de nuevos materiales y nuevas tecnologías. En esta conferencia se describirán las contribuciones realizadas desde INTEMA al estudio del tema.