INTEMA   05428
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN CIENCIA Y TECNOLOGIA DE MATERIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Sistemas bioelectroquímicos: tratamiento de efluentes y recuperación de energía.
Autor/es:
BUSALMEN JUAN PABLO; BONANNI P. SEBASTIAN; DURRUTY I.; ORDOÑEZ MARÍA VICTORIA; ROBUSCHI LUCIANA; SCHROTT GERMÁN D.
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; I CONGRESO INTERNACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA AMBIENTAL; 2012
Resumen:
En los últimos años se han descubierto microorganismos capaces de transferir los electrones provenientes de su metabolismo hacia el exterior, pudiendo respirar de compuestos insolubles como los óxidos de hierro y otros metales (Lovley, 2006; Weber et al., 2006).  El estudio de estos microorganismos ha demostrado que también pueden entregar sus electrones a un electrodo polarizado, generando así una corriente eléctrica (Bond and Lovley, 2003; Gregory et al., 2004), por lo que se los identifica como reductores de electrodo o bien simplemente como electrogénicos. Una de las aplicaciones de mayor interés es la posibilidad de producir una corriente eléctrica (Lovley, 2006; Tender et al., 2002) a la vez que se trata un efluente industrial. Distintas bacterias electrogénicas, son reconocidas degradadoras de contaminantes como hidrocarburos aromáticos (Lovley et al., 1989), explosivos nitroaromáticos (Kwon and Finneran), materia orgánica disuelta e incluso uranio (Lovley et al., 1991) y vanadio (Ortiz-Bernad et al., 2004), lo que las convierte en catalizadores muy adecuados para acoplar la obtención de energía con procesos de biorremediación y de tratamiento de efluentes. Esta conjunción se puede lograr a través de la construcción de celdas de combustible microbianas (CCM). Una CCM funciona como una celda de combustible convencional, con la diferencia que las reacciones redox son mediadas por microorganismos que funcionan como catalizadores biológicos que degradan, por ejemplo, la materia orgánica disuelta en un efluente industrial transformándola en CO2. Las CCM son por lo tanto dispositivos muy adecuados para el tratamiento de efluentes líquidos con recuperación de energía. Actualmente el desarrollo de estos dispositivos se encuentra principalmente en escala de laboratorio, existiendo algunos ejemplos aislados de tratamiento en escala piloto. Se ha propuesto a esta tecnología como un complemento interesante al tratamiento metanogénico tradicional  (Durruty et al 2011, in press, Pham et al., 2006). La eficiencia de recuperación de energía varía desde un 3 a un 98%, de acuerdo a la complejidad del sustrato utilizado (CITA?) y se estima que en un futuro cercano se podrían generar potencias de entre 1kW/m3 a 5kW/m3. En nuestro laboratorio trabajamos con este tipo de microorganismos, estudiando su tanto su fisiología (Busalmen et al 2008),   como su aplicación para el tratamiento de efluentes  (Durruty et al 2011, in press). En el presente trabajo, hacemos un resumen de los principales resultados obtenidos en los útlimos años, buscando dar a conocer una tecnología poco difundida en nuestra región, para la cual vemos un amplio campo de aplicación a mediano plazo.