PROGRAMA NACIONAL CIENCIA Y JUSTICIA

María Silvina De Biasi: “Los delitos que se cometen de noche suelen suceder con Luna Llena”

Sería por el grado de luminosidad que aporta el astro, según explica la astrónoma forense del CONICET que asesora a la Justicia.


“Lo choqué porque me encandiló el sol de la ruta”. “Disparé porque era de noche, no se veía nada y me asusté”. Por casos así llegan oficios de la Justicia al escritorio de la Dra. María Silvina De Biasi, astrónoma y miembro de la Carrera de Personal de Apoyo (CPA)  del Instituto de Astrofísica de La Plata  (CCT La Plata-CONICET, UNLP). El pedido que le hacen jueces, fiscales y secretarios es concreto: que les informe sobre la ubicación del Sol en el cielo o el grado de iluminación al momento de ocurrido un hecho delictivo.

“Cuando llega un oficio a mi oficina –confiesa De Biasi, recientemente incorporada al Programa Nacional Ciencia y Justicia del Consejo- abandono cualquier tarea que esté haciendo y me pongo a trabajar para contestarlo, porque lo considero un aporte importante como astrónoma. Es poner mi conocimiento en función de la sociedad”.

Como astrónoma, De Biasi se dedica a estudiar el espacio celeste. Comenzó a trabajar en el Departamento de Astrometría de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas (FCAG) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en 1986, cuando todavía cursaba su carrera de grado, y se doctoró estudiando el sistema de referencia celeste extragaláctico vigente desde 1998 para posicionar los objetos en el cielo: algo así como una cartografía del cielo para avanzar en el estudio de los movimientos de los objetos celestes, que junto con parámetros brindados por otras técnicas -fotometría, espectroscopía, por ejemplo- permiten comprender la evolución de los mismos.

En paralelo, como astrónoma “forense”, desde 1987 comenzó a responder los oficios de la Justicia. Le llegan a razón de tres por año. Elaborar el informe le lleva una mañana. A qué hora se puso el Sol, si había crepúsculo civil matutino o vespertino –es decir, si estaba claro sin la presencia del Sol sobre el horizonte- o qué nivel de iluminación daba la Luna a determinada hora, son algunos de los parámetros que le pide la Justicia. Lo calcula a través de las efemérides diarias del Sol, de la Luna, las coordenadas geográficas brindadas por el Instituto Geográfico Nacional y el huso horario vigente en el país.

Un factor determinante es saber en dónde sucedió el delito: no es lo mismo en Dolores, Pinamar, La Plata, San Juan o Bariloche. Las posiciones de los objetos en el cielo, a la precisión del minuto, varían cada cincuenta kilómetros. “En cualquier lugar de la Tierra –explica-, conociendo las coordenadas geográficas se puede saber cuándo salió el Sol, cuándo se puso, su posición en el cielo hora por hora, cuándo tuvo la máxima altura, la duración del crepúsculo civil”.

También, si el delito se cometió a la noche, es imprescindible saber si la Luna era visible. “Sobre todo días antes o después de la Luna Llena, la Luna ilumina mucho”. El grado de iluminación de la Luna es un cálculo que realiza la sección Luminotecnia del Centro Física y Metrología del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) con los datos calculados por la astrónoma.

“Si pasa algo a la noche –agrega De Biasi-, generalmente, hay Luna Llena. Tal vez la persona que está sospechada dice que era oscuro, pero si había Luna Llena… caramba. Con los datos que brinda el astrónomo, la Justicia después debe ir al lugar del hecho y realizar una pericia para ver si no había algún obstáculo –como puede ser un árbol, una construcción, una lomada- que tapase el Sol o la Luna”.

En una oportunidad, a De Biasi le tocó calcular la posición del Sol en un caso de homicidio. La condena, en cierto sentido, pasaba por sus manos. “El hecho era al atardecer, había crepúsculo, revisé las cuentas varias veces y le pedí a mi jefe que lo hiciera, para no equivocarme”, recuerda la astrónoma.

“En el asesinato a José Luis Cabezas, por ejemplo, el oficio solicitado al Observatorio Naval Buenos Aires no explicitaba en qué lugar había ocurrido el homicidio. Como todo el mundo sabía que era Pinamar se pudo brindar la información real, pero si no hubiese sido un caso mediático se hubiese calculado para la ciudad de Dolores, origen de la solicitud, y los resultados no hubieran sido válidos a la precisión del minuto porque ambas ciudades están a más de cincuenta kilómetros. Generalmente esta condición no la conoce la Justicia; además esa noche la Luna estaba casi Llena –iluminada en 99%- ”, ejemplifica De Biasi. Cabe destacar que el asesoramiento a la Justicia en materia de las posiciones del Sol y de la Luna y el grado de iluminación del cielo, además de realizarse a través de esta astrónoma en la UNLP, se lleva adelante de igual forma en el Observatorio Naval Buenos Aires.

 

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