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Investigadora marplatense premiada como Innovadora menor de 35 por MIT Technology Review

El trabajo de Florencia Montini Ballarin fue elegido entre tres mil proyectos.


Desde 2011, más de 200 jóvenes han sido reconocidos por la publicación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Argentina, Bolivia, Brasil, Centroamérica, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay.

Florencia Montini Ballarin con 32 años, y a punto de ser mamá, trabaja en el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología de los Materiales (INTEMA, CONICET-UNMdP) y creó, junto a un gran equipo humano, un material biomédico con las mismas propiedades que los vasos sanguíneos.

“Este premio significa un gran reconocimiento al trabajo realizado no sólo por mi sino por todos los que colaboraron en el mismo. Es muy satisfactorio ver que el trabajo realizado es reconocido por entidades de divulgación científica como la revista MIT Technology Review. Además, la publicidad y repercusión que esta mención genera espero ayude a seguir trabajando en éste y otros proyectos desarrollados en nuestra división”, sostiene Montini.

Y agrega: “En particular, este proyecto ha logrado obtener un producto con resultados prometedores como resultado de dos tesis doctorales de la división: la tesis del Dr. Caracciolo, quien desarrolló uno de los polímeros utilizados, y luego mi tesis doctoral que se centró en el diseño del injerto vascular”.

El trabajo de investigación titulado en español “Injertos vasculares de pequeño diámetro antitrombogénicos biomiméticos para cirugía de bypass coronario” y viene tomando forma desde hace casi 15 años.

El mismo se centra en la generación de un conducto creado con un novedoso material biomimético con propiedades similares a la de los vasos sanguíneos, que no produce coágulos y es reabsorbible por el cuerpo. Estos materiales que imitan las propiedades naturales del cuerpo es una búsqueda científica de muchos años ya que los materiales artificiales para las técnicas quirúrgicas como el bypass suelen tener complicaciones ya que el cuerpo humano es incapaz de regenerarlos por no tener las mismas propiedades.

El nuevo material se compone de dos polímeros, el PLLA, disponible comercialmente y con características similares al colágeno, y el PHD, desarrollado en el laboratorio de Montini, similar a la elastina. El conducto diseñado está compuesto por una estructura en varias capas y con diferentes proporciones de los dos polímeros sintéticos. Con esta particularidad se reproduce las propiedades mecánicas de los vasos sanguíneos, hecho completamente novedoso para el mundo científico.

Otra de las características es que los polímeros se degradan sin toxicidad en el cuerpo humano, es decir que el tiempo de degradación es compatible con el tiempo de regeneración tisular, por lo que, una vez hecha la cirugía, el propio cuerpo terminaría reemplazando el conducto por tejido vascular nuevo.

La joven investigadora explica que: “La implementación exitosa de este proyecto genera un número de beneficios para la sociedad en general y el sector productivo porque permite el desarrollo de un injerto vascular para ingeniería de tejidos, que también puede adaptarse a otras aplicaciones clínicas además de bypass coronario como injertos de fístulas de diálisis arteriovenosa. También implica el desarrollo de una tecnología accesible para empresas biomédicas de pequeño y mediano tamaño con gran valor agregado y bajo nivel de producción, algo interesante en una economía de mercado como la nuestra”.

Asimismo, esta tecnología permite hacer accesible a los productores de dispositivos e implantes biomédicos, una tecnología avanzada para mejorar la capacidad innovativa y estructura productiva de sus empresas y contribuir al desarrollo de productos biomédicos nacionales de alta calidad que cumplan con la demanda del país y al mismo tiempo presenten oportunidad de exportación.

Según Montini, no existe ninguna alternativa sintética comercial con todas estas propiedades. Los que hay son más rígidos y generan complicaciones como trombos y rechazos. Para evitar el problema de la inducción de coágulos, la superficie del tubo creado por ella es tratada con heparina, y estudios in vitro han probado que esto disminuye la adhesión de las plaquetas, las células responsables de crear los tapones sanguíneos. El siguiente paso es comprobar todas estas características en ensayos in vivo.

“Este proyecto multidisciplinario, comenzó durante el desarrollo de mi tesis doctoral en la División Polímeros Biomédicos del INTEMA y continúo durante mi postdoctorado. En el mismo han colaborado varios investigadores del Instituto. La participación del Dr. Caracciolo fue clave en el proyecto porque él desarrolló uno de los materiales utilizados para producir el injerto vascular como parte de su tesis doctoral, y estuvo a cargo de la modificación superficial de los injertos vasculares para mejorar la anti-trombogeneicidad. Además, los doctores Gustavo Abraham y Patricia Frontini fueron mis directores de tesis y la Dra. Guadalupe Rivero colaboró en estudios de degradación”, agrega Florencia.

También colaboraron grupos de investigación de otras instituciones nacionales y extranjeras como Fundación Favaloro, UTN Facultad Regional Buenos Aires, Universidad de la República, Uruguay, Universidad de Santiago de Compostela (España), Facultad de Farmacia, Center for Bioengineering (Pittsburgh, USA), Vascular Bioengineering Laboratory), Universidad Politécnica de Madrid (España), Departamento de Ciencia de Materiales, Laboratorio de Investigación en Biomateriales.

El trabajo de Montini fue seleccionado por el jurado entre más de 3000 aplicaciones. Por primera vez, en esta edición de 35 Innovators Under 35 se dividió en cinco categorías de acuerdo a los perfiles participantes: inventores, empresarios, visionarios, pioneros y humanitarios. El evento de premiación, se celebrará el próximo 16 de noviembre en la Ciudad de México, con la colaboración de la Universidad Panamericana.

CCT CONICET Mar del Plata