PROGRAMA NACIONAL CIENCIA Y JUSTICIA DEL CONICET

Se realizó el I Seminario de Biología Forense en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales

Contó con un amplio panel de especialistas que abordaron la especialidad desde diferentes disciplinas.


Organizado por el Programa Nacional Ciencia y Justicia del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se realizó el I Seminario de Biología Forense en el Aula Magna de dicha casa de estudios. La idea del encuentro surgió a partir de la inquietud de Nora Maidana, bióloga investigadora del CONICET que se desempeña en la UBA y es la única especialista en muerte por ahogamiento de Sudamérica que colabora como perito en la Justicia. Hubo paneles de diversas temáticas relacionadas con el ámbito forense, como la bioarqueología, la odontología, la micología, la palinología y la entomología, entre otras, a cargo de un amplio espectro de profesionales de la UBA, la Universidad Nacional de Quilmes (UNQui), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP, el Instituto Nacional de Tecnología Alimentaria (INTA) y otros ámbitos.

“Este primer seminario marca la importancia del tema forense en la comunidad científica. Uno de los objetivos del CONICET es el fortalecimiento de la apropiación social del conocimiento, y nuestro Programa Ciencia y Justicia lo hace a través de sus convenios, asesorías técnicas, convenios, servicios”, señaló el Ing. Héctor Pralong, representante de la Gerencia de Vinculación Tecnológica del CONICET, durante la apertura del encuentro. “La articulación del Programa es compleja, pero es determinante su consejo asesor, que cuenta con doctores reconocidos en el ámbito en distintas áreas y además abarca la gestión de calidad en los laboratorios, una cuestión que en el futuro será determinante”, agregó.

Por su parte, el Dr. Juan Carlos Reboreda, Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, reflexionó: “Estoy sorprendido por la convocatoria que tenemos en este encuentro. Eso me lleva a pensar que quizás se necesiten capacitaciones más regulares sobre el tema o alguna especialización puntual en problemáticas forenses desde las ciencias”.

Reboreda repasó además los números de la Facultad que encabeza: “Tenemos 600 alumnos de grado por año y 1500 de posgrado. Por año hay 800 egresados: 400 de grado y 400 de posgrados. Aquí se combina la enseñanza con la investigación, y tenemos un alto número de investigadores del CONICET. Es una satisfacción hacer este seminario en este entorno, para que cada vez más las ciencias puedan cooperar con los poderes judiciales”.

Bioarqueología y limnología

La primera de las charlas del seminario estuvo a cargo de la Dra. Claudia Aranda –de la Facultad de Odontología de la UBA- y fue sobre “Aportes de la bioarqueología para las ciencias forenses”. Aranda explicó que la arqueología trata de estudiar el contexto de un hallazgo junto al proceso de formación –cuestiones naturales y culturales que dan cuerpo al bagaje teórico-. La arqueología estudia la evidencia, los procesos que afectaron a la pieza arqueológica y permite realizar inferencias. “Dentro de la arqueología está la bioarqueología –explicó-, que pone el énfasis en que el especialista estudia los restos humanos. En argentina solo se estudia el contexto biológico humano, es decir los esqueletos, que son como un libro de donde se puede sacar información osteológica y de vida, cuestiones que no se recuperan de ninguna otra evidencia”.

Con la bioarqueología, dijo, se puede reconocer factores como el sexo, la edad, la calidad de vida de los individuos, la dieta, el estilo de vida, el causal de muerte, las migraciones. “Todo esto queda marcado en los esqueletos, aunque lamentablemente muchos miembros de la Justicia no conocen nuestra disciplina y prescinden de nuestro expertiz”, señaló.

La segunda exposición, “La limnología como disciplina ambiental en casos forenses” fue realizada por la Dra. Haydée Pizarro, limnóloga e investigadora principal del CONICET en el Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA, CONICET-UBA). “Trabajamos en delitos ambientales. Yo participé por ejemplo en el conflicto de Botnia. Hoy les presento herramientas que veo deberían tenerse en cuenta en delitos relacionados con el medio ambiente y el agua”, comenzó su alocución.

En la limnología, explicó Pizarro, se estudian poblaciones de agua interiores naturales o artificiales: ríos, lagunas, lagos. “Hay dos tipos de corrientes: lénticas, que son las que se encuentran en lagunas y lagos y se mueven con el viento, y lóticas, que se ven cuando el agua corre en un sentido o dirección por causa de una pendiente, como sucede en los ríos. Nosotros estudiamos la estructura de los ecosistemas de agua dulce. La forma y las fluctuaciones de los sistemas es muy importante, así como la física y la química del agua. Y los bioindicadores, que resumen con su presencia o ausencia la historia de un ciclo. Tienen que ser medibles, inequívocos, consistentes. El perifiton, por ejemplo, que es una comunidad microbiana microscópica compleja que sirve como una muestra que simplifica la realidad, debe tomarse de manera segura, para que sirva efectivamente para conocer más del lugar. La toma de muestras es fundamental para la seguridad en este tipo de estudios”, concluyó.

A continuación hubo exposiciones sobre “El aporte de la Ficología a las Ciencias Forenses”, a cargo de la Dra. Nora I. Maidana; “El rol de la Odontología en la investigación forense”, por la Dra. Marta Maldonado (odontóloga de la morgue judicial); “Cadena de custodia”, por parte de la Dra. Graciela González (investigadora del CONICET en el INQUIMAE); “Marcadores histológicos en el área forense”, por la Dra. Adriana C. D’Addario (bioquímica de la morgue judicial); “Los hongos: una herramienta potencialmente útil para las ciencias forenses”, por la Dra. María Cecilia Tranchida (investigadora del CONICET en la UNLP); “Palinología Forense”, por la Dra. Leticia K. Povilauskas (palinóloga de la UNLP); “El papel de la Entomología en el contexto de la descomposición cadavérica”, por el Dr. Néstor Centeno (entomólogo de la UNQui); y “Botánica molecular como herramienta en la investigación forense”, por la Dra. Daniela S. Tosto (botánica investigadora del CONICET en el INTA).

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